El estudio
En 2013 investigadores del Centro de Estudios sobre el Estrés Humano (CESH), instituto afiliado a la Universidad de Montreal, afirmaron que los homosexuales que demuestran públicamente su orientación sexual están mucho menos estresados que aquellos que no lo hacen y destaca la relación positiva entre la autoaceptación y la salud.
El estudio se basó en el análisis del nivel de cortisol y otras variables biológicas en una muestra de 87 hombres y mujeres, entre los que se incluyeron 46 homosexuales y bisexuales y 41 heterosexuales en torno a los 25 años.
Los resultados dieron cuenta de que síntomas depresivos y tensionales están presentes en mayor medida en los hombres heterosexuales que en hombres gay, lesbianas y bisexuales asumidos en su orientación sexual. Estos últimos presentaron niveles más bajos de cortisol, que es la hormona del estrés.
La opinión
Sin duda que vivir de forma plena la vida sexual y emocional es posible sólo a través de la autoaceptación y a la aceptación de nuestros cercanos, familia y amigos. Una vez fuera del clóset, el estrés que conlleva esa nefasta etapa de asumir la orientación sexual frente a los demás, luego de entender la propia sexualidad, es sólo un mal recuerdo. Ya se comentó al respecto en un post anterior.
Sin embargo no para todos es fácil asumir públicamente su orientación sexual. Vivimos en una sociedad propia de un país en vías de desarrollo -mental y económico- en la que aún los prejuicios y los estereotipos están arraigados más de lo que nos gustaría. Un profesor o un psicólogo infantil abiertamente homosexuales, si es que hay, aún son objeto de fuertes cuestionamientos exclusivamente por declararse gay.
Hay que reconocer, eso sí, que cada vez hay una mayor apertura sobre todo de los sectores políticos, quienes son los que deben esforzarse por impulsar políticas públicas de salud y políticas sociales de tolerancia, tan importantes para lograr una sociedad más inclusiva e igualitaria.
