Los premios Oscar son el máximo reconocimiento que se le hace a los miembros de la Industria del Cine desde hace 89 años. Su próxima edición será el 4 de Marzo.
Los Premios Oscar son uno de los eventos mediáticos más importantes y vistos del mundo cada año, millones de espectadores atestiguan el reconocimiento a la excelencia en el séptimo arte, misma que influye de manera directa en el entretenimiento y cultura globalmente.
Este año, dos largometrajes de temática diversa se han robado la atención no solo de expertos y críticos sino que ha tenido un impacto masivo en redes sociales y plataformas digitales que definen de cierto modo la opinión de amantes del cine por todo el planeta.
“Call Me by Your Name” -Llámame por tu nombre- es una historia basada en la novela homónima del escritor André Aciman, llevada a la pantalla grande por el director Luca Guadagnino y escrita por James Ivory.
La cinta se desarrolla en el año 1983 y se centra en el drama amoroso entre Elio Perlman de 17 años y Oliver, de 24, estudiante de su padre, quien es invitado a pasar las vacaciones de verano con la familia.
Elio y Oliver a pesar de no tener mucha afinidad al principio desarrollan una amistad que con el tiempo se transforma en una relación amorosa intensa, física y emocional que sin duda nos involucra y nos engancha en su narrativa.
Un guión honesto y bien logrado, un arte, vestuario y musicalización que nos transportan a la época y una historia contada sin caer en el cliché y el morbo propio del tema se ha abierto camino en la crítica y en el auge popular.
Aunque no fue la única película de temática LGBT en 2017, sí es la única que ha alcanzado sobresalir más allá de su argumento obteniendo dos nominaciones a los Premios Oscar de este año.
“Call Me By Your Name” pelea por ganar ‘Mejor Película del Año’ -El premio más esperado de la noche- y mejor guión adaptado -uno de sus fuertes- además, Timothee Chalamet (Elio) está nominado a mejor actor.
Siguiendo los pasos de “Call Me”, se destaca “Una Mujer Fantástica” el revolucionario trabajo audiovisual chileno que habla sobre la lucha de una joven transexual de origen humilde que busca despedir a su pareja, un divorciado 20 años mayor, que muere repentinamente, ganando una nominación en la categoría Mejor película extranjera.
Que alegría: Una Mujer Fantástica es nominada a los Premios Oscar. El arte triunfa con un mensaje pro-igualdad y a favor de derechos trans. Justo en el día cuando se vota la Ley de Identidad de Género pic.twitter.com/znfoN74lws
— Movilh Chile (@Movilh) 23 de enero de 2018
El camino del cine rosa ha sido largo y luchado para ser reconocido en estos premios, que en los últimos años ha tenido que abrirse no solo a historias LGBT, sino a la celebración sin distinción de raza, género, sexualidad, cultura o la posición geográfica.
Durante la historia piezas cinematográficas de temática gay ya antes han alcanzado la gloria en los Oscar. Retrocedamos a 1993 cuando “Philadelphia”, historia de un abogado diagnosticado con SIDA, comienza una lucha legal contra sus empleadores por ser despedido debido a la condición de salud que padece.
La historia trajo a la mesa los prejuicios, la lucha por la reivindicación del ser en la sociedad, el respeto, la aceptación y el papel de la justicia en la construcción de una sociedad igualitaria y tolerante. La película fue nominada a cinco categorías.
En 2005, Phillip Seymour Hoffman era premiado como mejor actor gracias a su interpretación de Truman Capote, el escritor y periodista homosexual.
“Dallas Buyers Club”, basada en la vida de Ron Woodroof, un vaquero homofóbico y drogadicto, personificado por Mathew McConaughey que en su afán de supervivencia se involucra en una guerra con empresas farmacéuticas por proveer medicamentos contrabandeados a otros enfermos de SIDA. A pesar de que la cinta no trata de un tema homosexual directamente, la academia de los Oscars reconoció el magnífico trabajo de Jared Leto por su papel de la transgénero Rayon, pieza clave en el desarrollo de la película.
“A Single Man” relata la historia de un hombre con vida común, devastado emocionalmente por la pérdida de su pareja por más de 16 años en un accidente. Colin Firth estuvo nominado como mejor actor por su desgarrador papel que casi lleva a su personaje al suicidio y refleja la vida de los hombres homosexuales en los años sesenta.
“Brokeback Mountain”, el clásico del drama gay que en su época rompió todos los lineamientos y paradigmas sobre el amor entre dos personas del mismo sexo. No solo tuvo un impacto enorme en la sociedad, sino que impulsó y motivó a la industria del cine a ponerle especial atención a este tipo de historias, que aunque contadas y conocidas no habían sido narradas y mostradas desde una perspectiva tan pura e intimista.
Los protagonistas del film son Ennis Del Mar, interpretado por el fallecido Heath Ledger, y Jack Twist llevado a la vida por Jake Gyllenhaal, atrapados en un romance de verano en 1963 mientras trabajaban en la montañas como pastores de ovejas. Ambos viven una doble vida, entre la sociedad y sus sentimientos. Al final Jack es asesinado pero Ennis jamás puede olvidar a su verdadero amor.
La trama de amor gay se llevó los Oscar en las categorías de mejor director, mejor música original y mejor guión adaptado. Heath Ledger fue nominado a mejor actor pero su compañeros de reparto Jack y Michelle Williams -esposa de Ennis- se quedaron sin ser reconocidos.
Por último recordemos a “Moonlight”, que hace un par de años retrató la vida de un hombre negro, gay y pobre retando a la cultura afroamericana machista – homofóbica. Contra todos los pronósticos se alzó con el reconocimiento a Mejor Película del Año, dejando en la banca a la gran favorita de la noche ‘La La Land’ que había arrasado en otras premiaciones y tenía un éxito en taquilla considerable.
Estaremos muy pendientes este 4 de Marzo para ver si Hollywood una vez más reconoce una historia que trasciende las barreras políticas y sociales que alguna vez creamos. Lo más importante, más allá de las estatuillas es el impacto y la conciencia que estas historias le transmiten a quienes se dan la oportunidad de ver y entender a través de lo diferente un punto en común, el amor.
