Justo en esta época donde el sexo aun parece tener tabú, muchas y muchos aún tienen miedos de expresar sus gustos, por lo general las personas fetichistas son retraídas, temerosas y con un posible alto grado de frustración cuando aún no han manifestado sus preferencias fetichistas, es por ello que lo hacen solamente en el silencio y la soledad de su habitación.
Por otro lado estamos las personas que decidimos romper el miedo, quebrantar el tabú y expresar libremente nuestros gustos, expandiendo así mucho más el horizonte a la movida fetichista.
Hoy por hoy es común ver hombres y mujeres en su día cotidiano y de fiesta usando telas con transparencia, chockers de cuero con el aro metálico adornando el centro, cadenas enredadas en el cuerpo, ropa interior haciendo veces de ropa formal. Este tipo de prendas, muy propias de la cultura BDSM, no solo busca promover y extender el conocimiento de la escena, también busca crear conciencia sobre el amplio espectro de la diversidad sexual y erótica a través de actividades lúdicas, académicas y artísticas, con un espíritu de cordialidad e intercambio.
No es extraño pensar que nuestra marca nace un día normal, en la oscuridad de una habitación, en una noche donde el porno era la manera de pasar el tiempo, es de allí y al ver que sus modelos y actores usaban este tipo de prendas, nace la curiosidad por lucirlas, llevarlas, utilizarlas, sumergirnos mucho más en este entorno; la búsqueda empezó contactando algunas marcas en San Francisco, Alemania y Holanda pero con la gran sorpresa que acceder a ellas era más costoso de lo imaginado.
Siguiendo aun con el gusto por estas prendas, por el morbo que causa el solamente usarlas y pensando en aquellas personas que quizá en algún momento, no pueden viajar al exterior a comprarlas o les resulta difícil hacerlo vía online, KINKE LEATHER nace. Nace la idea de aprovechar la producción y manufactura del cuero colombiano con los conocimientos familiares.
El cuero no solo ha servido para alcanzar un desarrollo en el país. Su variedad, novedad en diseños y calidad, han convertido este sector en uno de los rubros de exportación más significativos y de afirmado prestigio en los mercados externos.
La familia KINKE es una familia de tradición artesana, por muchos años hemos trabajado el cuero, entregando a nuestros clientes en calzado masculino y femenino, bolsos y correas. Con dos plantas de operación y siguiendo este legado familiar, decidimos ser proveedores a nivel nacional e internacional de estos productos fetichistas.
Iniciamos con una línea de arneses clásicos, como el bulldog, en x, arnés de hombros y el suspensorio con copas intercambiables, para ver y entender un poco si la gente estaba realmente interesada en consumir esta clase de productos, a un precio accesible al mercado de fetichistas y curiosos por el cuero en Colombia.
Creemos en la calidad de nuestro cuero, creemos en nuestros artistas y artesanos, es por eso que ofrecemos a nuestros clientes en Colombia, México, Perú, Estados Unidos, etc. diseños que armonizan lo clásico y la innovación, la sensualidad y la discreción, la elegancia y lo disruptivo, el erotismo sugestivo y el evidente. Nos encanta saber cómo se usan nuestros productos de modos insospechados y aprender de ello.
KINKE es retorcido y voyerista, también es diverso, incluyente, multicultural y multicolor, es por ello que no son sólo nuestros clientes, son nuestros amigos y amigas cómplices y amantes del cuero, de los fetiches, la pasión, de la lujuria. Es así como muchos de nuestros clientes son también nuestros modelos, quienes a su vez buscan romper con los estereotipos y conocer su cuerpo a través de estas prendas que, para muchas, son ya más cotidianas que la ropa interior.
Hoy Colombia no solo cuenta con KINKE, cuenta con una industria completa en temas de accesorios, prendas, espacios, ferias donde el gusto por el cuero y los fetiches se pueden expresar más libremente.
Nota: El articulo original se publicó en ingles en el año 2018 en la revista kinkstermag de New York, Estados Unidos.
