En enero muchos se dedican a los proyectos nuevos. Ir al gimnasio, empezar un nuevo hábito. Incluso ir al médico a revisar por primera vez en el año si todo va bien. Nos llenamos de ideas, de la fuerza de los comienzos y de esa posibilidad del “este año sí” que nos sostiene, al menos algunas veces, las ideas que tenemos sobre el futuro.
En egoCity nos preguntamos cuáles podrían ser los propósitos para la población LGBTI+ en 2023 y aquí los traemos como una manera de invitar a nuestrxs amigxs a alcanzarlos de juntxs.
1. Convertirnos en entornos protectores de nuevas identidades
Tal vez podríamos asegurar que el mundo en el que vivimos hoy en Colombia es uno muy distinto a ese de 1984 en el que todavía era todavía delito ser gay. Ahora estamos lejos de que nuestras identidades sean punibles, pero todavía son objeto de juicio.
En 2023, soñamos con una población que enfrente la idea de convertirse en un entorno protector para las disidencias sexuales, aún cuando ellas representen nuevos retos para la misma idea de lo que es ser gay, lesbiana, bisexual, trans o intersexual. Cada identidad tiene un lugar en lo diverso. Por eso queremos protegerlo, para que siga creciendo y encontrando su color en el arcoirís.
2. Hablar más (todo lo que podamos) sobre la salud mental de las personas diversas
Sí. Aunque suene a cliché. La salud mental no es solo un tema de moda, sino una necesidad alarmante. En octubre del año pasado, El País reportó que en Colombia hay un intento de suicidio cada 20 minutos. Esa cifra debería cambiar, por eso creemos que hablar más y hablar mejor sobre lo que sentimos tiene que ser un camino para las personas diversas, que además de las cargas de sus vidas familiares, laborales o académicas, han resultado históricamente afectadas por los entornos en los que no pueden desarrollar libremente su identidad de género o su orientación sexual.
Este año, queremos que existan más conversaciones sobre lo que está pasando por nuestra cabeza. No importa si es un tema difícil, uno que parece más ordinario que complicado. Hablar de lo que nos pasa será el inicio de un mundo en el que la única solución no sea perder la vida.
3. Exigir. Conversar. Proponer
Exigir que se respeten nuestros derechos. Los mismos que se vieron violentados tantas veces y que vuelven a debatirse cada tanto. Los que nos permiten existir y nombrarnos, los mismos que convierten las identidades diversas en parte del espectro de lo que somos como especie humana.
Conversar. Sobre lo que somos y lo que no. Sobre nuestras preocupaciones. Dejar entrar las preguntas incómodas y hacerlas una conversación natural, sin tanta relevancia; hacer ver normal lo que siempre debería ser normal. Quitarle el morbo a esas preguntas y convertirlas en respuestas que den por terminada la curiosidad de quienes ven a las personas diversas como rarezas que necesitan ser estudiadas.
Proponer, por último. Sabiendo que a veces el mundo “de afuera” no sabe lo que necesitan las identidades diversas para existir de manera libre y feliz. Proponer es crear caminos, tejer comunidades, extender puentes. Queremos que este año nuevo también tenga un poquito de las cosas que nos imaginamos hacia el futuro desde nuestros propios sueños.
¿Y ustedes? ¿qué se sueñan como propósito para nuestra población en 2023?
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