La Alcaldía de Medellín avanza en un proyecto que busca transformar vidas: más de 500 personas que ejercen actividades sexuales pagas accederán a acompañamiento psicosocial, formación certificada por la Universidad EAFIT y capital semilla para el desarrollo de iniciativas productivas.
Hasta ahora, cerca de 300 personas ya han recibido atención integral y se han gestionado más de 100 oportunidades en salud, formación y empleo, en alianza con entidades públicas y privadas. El objetivo es ofrecer alternativas reales de bienestar emocional, inclusión social y estabilidad económica.
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- Entre las acciones, se destacan:
- Talleres formativos como Hablemos del cuidado y Tejiendo hogares.
- Acceso a pruebas rápidas de VIH y sífilis, tamizajes de riesgo cardiovascular y atención en salud.
- Diplomados certificados que fortalecen las capacidades laborales y de emprendimiento.
- Capital semilla para quienes quieran iniciar un proyecto propio.
“Con este programa buscamos que las personas puedan acercarse a la oferta institucional y proyectarse hacia un futuro distinto, con nuevas oportunidades de vida”, explicó la Secretaría de Inclusión Social y Familia.
Una mirada más amplia al trabajo sexual
El debate sobre el trabajo sexual sigue dividiendo opiniones: mientras algunos lo ven como explotación, otros lo reconocen como una actividad laboral legítima que puede vivirse con dignidad y disfrute.
Un estudio académico realizado en Australia por Elizabeth Megan Smith (“It gets very intimate for me: Discursive boundaries of pleasure and performance in sex work”, Sexualities, 2016) muestra que algunas trabajadoras sexuales encuentran en su oficio no solo un medio de vida, sino también un espacio de autonomía, placer e intimidad compartida, lo que cuestiona los estereotipos de victimización o frivolidad.
Como expresó una de las entrevistadas: “No están allí solo para correrse, la mayoría busca una conexión”. Otra agregó que, en algunos casos, el trabajo sexual le permitió explorar su sexualidad y desligarla de la culpa impuesta por los discursos morales.
Dignidad y derechos
El reto está en reconocer que las personas trabajadoras sexuales son diversas: algunas desean dejar la actividad y requieren apoyo institucional, mientras que otras reivindican su derecho a ejercerlo sin estigmas, como cualquier otro trabajo.
Las personas mayores de 18 años que ejercen actividades sexuales pagas en Medellín pueden inscribirse escribiendo al correo [email protected] o llamando a los números 317 781 4726 – 317 838 9005.
Una ciudad más justa se construye reconociendo a quienes históricamente han estado en la orilla y brindándoles caminos de dignidad y desarrollo, siempre respetando su autonomía y decisiones.