Caster Semenya consiguió su primer oro olímpico, al triunfar en los 800 metros, luego de atravesar una enorme polémica sobre su sexo.
Con un crono de 1:55.28 batió el récord de su país. Es la segunda medalla olímpica para Semenya, hace cuatro años en Londres se llevó una presea de plata.
Quiero dedicar este oro a mi equipo. Han hecho un trabajo fantástico. Es un gran sentimiento el que tengo, simplemente fantástico. No lo puedo creer.
Tras ganar la final del Campeonato Mundial de Atletismo de Berlín de 2009, otras corredoras sospecharon acerca del sexo de Semenya. La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) realizó test de verificación de sexo, debido a que los resultados de las pruebas previas al Campeonato del Mundo se observaban unos niveles de testosterona tres veces superior a lo normal.
El 11 de septiembre de 2009 el periódico británico The Daily Telegraph publicaba que los tests realizados a Caster Semenya muestran que tiene una anomalía cromosómica, no tiene útero ni ovarios pero sí testículos internos.
Ello generó controversia. No se sabía si se le permitiría competir en la categoría femenina, como lo venía haciendo, o masculina.
En julio de 2010, la IAAF aceptó las conclusiones de un grupo internacional de expertos médicos, según las cuales Semenya puede competir como mujer sin limitación alguna.