El virus HTLV – 1 es muy poco conocido pero resulta tener relación lejana con el VIH, siendo altamente letal.
El HTLV – 1 (virus linfotrópico humano tipo 1) pese a que no se conoce mucho de su influencia colectiva, se estima como causante de enfermedades devastadoras, discapacitante o mortales, según los resultados arrojados por el Imperial College London en un estudio de sobre 10 personas infectadas con este.
Las consecuencias de este virus normalmente conducen a patologías que conducen a desencadenar leucemia o inflamación crónica del sistema nervioso lo que posteriormente lleva a una parálisis de las piernas imposibilitando el desplazamiento.
Entre algunas de las comunidades indígenas de Australia se pueden ver casos patológicos como bronquiectasias o agrandamiento de las vías respiratorias o los pulmones que pueden conducir a toser con presencia de sangre.
Este es un virus que puede ser contagiado por la diseminación de sangre contaminada, al igual que con relaciones sexuales sin protección y la leche materna.
No existe una cura o tratamiento efectivo, como también se ha supuesto con el VIH, aunque a diferencia de este, el HTLV – 1 puede tardar hasta 30 años en presentar síntomas luego de su contagio.
Fue descubierto en los 80 pero su incidencia en la población no ha sido tan fuerte como la del VIH por lo que los estudios científicos se han centrado más que en la HTLV – 1.
Sin embargo, es un virus que si se descuida repercute también en las enfermedades que vienen tras él. Se estima que alrededor de 20.000 y 30.000 personas en Reino Unido han sido diagnosticadas como positivo con esta infección, al igual que se ven más casos de la presencia de este en África subsahariana, América Latina, el Caribe y el centro de Australia por lo que se cataloga como una enfermedad rara.
Esto sigue siendo entonces un llamado a prevenirnos y cuidarnos, como población LGBT tanto con el VIH – Sida como este tipo de virus que se relacionan de alguna forma al mismo.
