No todas las naciones de América Latina tienen la misma apertura en temas LGBTI+, pero no evita que creemos nuestra propias dinámicas sociales en temas de turismo y resistencia.

¿Sabías que Ciudad de Panamá es conocida como el “Pequeño Miami”? Y no es para menos, teniendo en cuenta que esta capital se ha convertido en la ciudad de los rascacielos de América Latina, algunos están incluidos dentro de los doscientos rascacielos más altos del mundo.

Panamá
FOTO: Gustavo Patiño

Una ciudad moderna llena de historias enmarcadas por el océano Pacífico, su Casco Viejo adornado por adoquines y calles con años de historias coloniales, sus plazas llenas de buganvilias con cafés y bares. Sin olvidar por supuesto que desde las Esclusas de Miraflores se pueden ver las naves cruzar el canal, esa espléndida ruta comercial que une el Atlántico y el Pacífico.

Panamá
FOTO: Gustavo Patiño

Muchos pensarían que, al ser una sociedad mayormente conservadora, la cual aún enfrenta desafíos legales y sociales en la lucha por la garantía plena de los derechos de las personas de los sectores LGBTI+, los dejaría por fuera del radar del “turismo gay” y del dinero rosa, pero no es así.

Pero sin duda, Ciudad de Panamá es un destino turístico cien por ciento atractivo para TODAS las personas sin importar su orientación sexual u orientación de género. Una ciudad que no duerme, en donde sus playas, sus calles, su gente son sin duda un atractivo, sin mencionar que consigues una amplia oferta gastronómica y de rumba los siete días de la semana.

Lo que sí es cierto, es que en “la Discreción está el placer”, y con esto me quiero referir sin duda alguna, al levante, si me están leyendo bien, al LEVANTE, ese levante PSICO-MORBO-ARRECHO-AFECTIVO-SEXUAL que encuentras en las app dates (Scruff o Grindr). Ese que claramente buscas como turista para que te muestre la ciudad, te de recomendaciones del lugar de moda, y si esas recomendaciones no las da internet, nada mejor como preguntarle a alguien. En últimas ese levante se puede convertir en un amigo, incluso en un amor de verano.

Y bueno, no nos digamos mentiras, si pasa algo sexual, pues flojitos y cooperando dejamos en alto el nombre del país de donde somos y damos lo mejor de nosotros.

En la actualización de tu ubicación o al iniciar esa búsqueda por estas app, logras identificar a primera vista que el común denominador es “discreción”, bien sea por que eres “discreto” o por que claramente buscas a alguien “discreto”, tal vez las nuevas masculinidades no son bien vistas, quizá siguen prefiriendo al prototipo de hombre hegemónico-heteronormado o simplemente al ser un lugar mucho más pequeño (en comparación con otras ciudades del mundo), muchos temen mostrar su “rostro”, su verdadera forma de expresión o simplemente no quieres que sepan tu verdadera identidad y esta “discreción” es la mejor forma para ocultar varias cosas, como un matrimonio con hijos, un noviazgo… ¿Una doble vida?, recuerden “pueblo chico, infierno grande”.

Lo cierto es que de nosotros los colombianos podrán decir muchas cosas, algunas buenas, otras no tan buenas, pero sin duda alguna entre ellas siempre estará que no somos malos amantes y mucho menos desagradecidos con quien nos brinda una mano. Es así que a pesar de esa “discreción” a la cual no estoy tan acostumbrado pude descubrir una ciudad llena de experiencias agradables, de buenos consejos y buenos planes y por supuesto de varias personas que me mostraron y me llevaron a recorrer la ciudad.

Panamá
FOTO: Gustavo Patiño

Yo soy un turista más, una persona que está de paso por la ciudad, es por ello que me acoplé y me adapté a la “discreción”, quizá en algunos años y con algunos derechos más ganados en el territorio podamos ver personas LGBTI+ mucho más libres, viviendo sus experiencias dejando a un lado la camándula del qué dirán y la sociedad.

3 COMENTARIOS

  1. Este post ha demostrado 3 cosas de este tipo:
    1. La poca humildad y arrogancia que tiene.
    2. Es un engreído presumido que no tiene nada bueno que hacer. Con la mierda que leí, solamente dijo: “Ay mi país es el mejor. Voy a burlarme del otro”.
    3. Lo miserable y lo bajo que puede llegar a caer el ser humano, con tal de burlarse del dolor ajeno.

    Oiga, al dueño de este post. Si vino a burlarse del dolor de mis amigoa LGBT de Panamá, mejor se hubiera quedado en su mugroso país lavándose el culo.

    Att.
    Un heteroaliado de Panamá

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