Desde el 28 de junio de 1969, fecha en la que ocurrieron los disturbios de Stonewall en New York, la movilización LGBTIQ+ de EE.UU. ha jugado un papel relevante en la preservación y garantía de los derechos de las personas sexualmente diversas, en todo el mundo. El gobierno Trump lo sabe, y a punta de órdenes ejecutivas, pretende invisibilizar a más de 1.6 vidas trans y constreñir la ayuda internacional para impactar negativamente en la asistencia a los derechos humanos a nivel global.
Ante la llegada del segundo gobierno Trump, se ha hecho imperativo mitigar el impacto global de los discursos de odio de la extrema derecha, que hoy cuentan con el poder de las redes sociales y buscar una salida a la asfixia económica que se genera con la suspensión y muy segura cancelación de ayudas de USAID, agencia federal que brinda asistencia económica y humanitaria, entre ellas a programas sociales dirigidos a población LGBTIQ+ y VIH/SIDA, en países de América Latina y África.
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Si bien el panorama no resulta prometedor, lo cierto es que la movilización por los derechos a favor de las diversidades sexuales y el género ha logrado integrarse a una agenda global que reconoce la vulneración de los derechos de esta población y otros grupos poblacionales como las etnias, las personas con discapacidad, con diversidad cognitiva, entre otras, y que ha ganado un terreno importante en el ámbito empresarial y corporativo.
Esta mirada mucho más interseccional de la diversidad, se constituye en una evidencia más amplia y poderosa a la hora de allanar una salida a la actual crisis que se plantea. Esto se constituye en una oportunidad para ganar espacio en otros escenarios más allá de lo público, lo que podría aportar a reducir la brecha económica de estos grupos poblacionales actualmente afectados con el impacto negativo de las políticas de Trump, especialmente, las personas con experiencia de vida trans.

Colombia, país que se ha ganado un espacio importante en toda la región, gracias a sus avances en la formulación y puesta en marcha de leyes y políticas a favor de la diversidad, cuenta con otros grandes logros desde lo social y económico, entre ellos, organizaciones sociales con visibilidad internacional y la consolidación de procesos de agremiación como la Cámara de la Diversidad, institución que celebró en 2024 su primera década, y que actualmente reúne a más de 500 afiliados corporativos y 1000 mipymes de todo el país.
Ver comunicado de prensa plan de trabajo Cámara Diversidad 2026-2030
Desde esta perspectiva, la movilización social LGBTIQ+ y el sector gremial tienen una gran oportunidad de fortalecer su discurso dentro de los escenarios DEI que se han ido consolidando en el país, y así allanar el camino para construir de manera conjunta, con el sector corporativo y empresarial, una propuesta integral que mitigue el impacto en la garantía de los derechos fundamentales de los diferentes grupos poblacionales que hacen parte de esta nueva agenda de innovación social e inclusión empresarial.
Desde lo local, la exposición internacional de Medellín y su constante posicionamiento como destino turístico internacional, sumado al trabajo coherente y juicioso de la Gerencia de la Diversidad Sexual e Identidades de Género y de las ONG’ s del distrito, existe una excelente oportunidad para que se proyecte a Medellín como un destino amigable y accesible a las diversidades.
Como conclusión, si bien hemos comenzado un lustro con un contexto político que sin duda será un estancamiento para el avance de los derechos humanos en todo el mundo, desde lo local podemos implementar estrategias que nos permitan mitigar esta amenaza y garantizar, al menos por el momento, que no se de un retroceso significativo a nuestros derechos.