El deseo de ser padre de Luca Trapanese le brindó un hogar a Alba, una niña con Síndrome de Down rechazada por 20 familias, incluso su madre biológica.
En Italia, la adopción de menores sólo está permitida legalmente para parejas heterosexuales entre los 18 y 45 años, o en casos excepcionales, por personas solteras.
Sin embargo, aunque ésta no es una historia nueva, sí es de las que genera orgullo resaltar. Luca Trapanese es un hombre gay de 42 años que siempre había querido ser padre y, de acuerdo a su entrevista con la BBC en el 2018, ha sido voluntario de organizaciones que trabajan con personas con diferentes discapacidades desde los 14 años.
“A los 14 años a mi mejor amigo, Diego, le descubrieron un cáncer terminal y cuando me lo contó decidí nunca separarme de él. Lo acompañé y siempre estuve ahí cuando me necesitó. Fue una dolorosa experiencia pero me dejó una profunda consciencia de lo que significa vivir con una enfermedad”.
Es por esto que, cuando conoció la historia de Alba no dudo en aprovechar la legislación italiana a su favor.
En el 2017, con tan sólo dos semanas de nacida, Alba ya había sido rechazada por su madre biológica y 20 familias más que se rehusaban a hacerla parte de sus hogares por tener Síndrome de Down.
“Me dijeron por ser un hombre soltero sólo podría adoptar niños con enfermedades, discapacidades graves o problemas de conducta, sabía que sería difícil pero igual quería ser papá… Además, desde siempre trabajé con personas con discapacidad, así que me sentí con la experiencia y el conocimiento para hacerlo”
En el momento que le comentaron de Alba, fue directamente al hospital a firmar los papeles para la adopción, para brindarle un hogar y una familia. Una historia que ha ayudado a deconstruir estereotipos de paternidad y familia en una nación muy arraigada a la religión.
“En el momento que la tuve en mis brazos, me llené de alegría. Sentí que ella era mi hija inmediatamente y supe que yo estaba listo para ser su padre”
Ahora, Trapanese luego de tener una fundación con quien fue su pareja durante 11 años y tener un hermano adoptivo, que vive con una discapacidad mental, a quien acompaña como parte de su familia, se proyecta a futura con Alba, su motivación para ser padre.
“Pasaré el resto de mi vida con una niña que amo y haremos cosas maravillosas juntos”
