El Senado aprobó a principios de febrero, por 32 votos a favor frente a sólo 6 en contra, un proyecto de ley para prohibir el uso de “terapias” reparadoras o de conversión en menores.
También perseguirá toda publicidad o promoción que presente las “terapias” como un método útil para cambiar la orientación sexual o la identidad de género. La iniciativa partió del senador demócrata abiertamente gay Jacob Candelaria.
El proyecto continuará su tramitación en la Cámara de Representantes, controlada al igual que el Senado por los demócratas. Su aprobación definitiva castigará a cualquier profesional sanitario (médico, psicólogo u otro) que lleve a cabo estas prácticas en menores o las publicite como efectivas, con multas y la pérdida de su licencia.
El uso de “terapias” reparadoras o de conversión en menores de edad ya ha sido prohibido en seis estados norteamericanos, además de la capital de los Estados Unidos. California fue el primero en hacerlo en 2012, enfrentándose a una gran controversia. Le siguieron el estado de Nueva Jersey (varios meses después), Washington D.C. (cuyo Consejo legislativo aprobó la norma por unanimidad en 2014) y los estados de Oregón, Illinois y Vermont, el año pasado.
Nuevo México se convertirá en el séptimo estado o territorio estadounidense en vetar el uso de estos tratamientos en población vulnerable.