El Procurador colombiano, Alejandro Ordóñez, quien pertenece al Opus Dei y conocido por sus juicios misóginos y homofóbicos, vuelve a arremeter en contra de la libre expresión de los ciudadanos, amparado en un concepto moralista y religioso que pretende prohibir las manifestaciones de afecto en los centros educativos.
En un escrito compuesto por 55 folios enviado a la Corte Constitucional, el procurador general pidió que en los colegios del país se puedan restringir expresiones excesivas de afecto como abrazos y besos, o que se les exija a los estudiantes el autocontrol en ese sentido.
El concepto del procurador Ordóñez, que no es vinculante, fue emitido a propósito de una tutela que estudia la Corte Constitucional instaurada para proteger los derechos de las parejas del mismo sexo dentro del sistema escolar en Colombia.
El recurso de amparo tiene que ver con la reclamación de la madre del estudiante Sergio David Urrego, quien se suicidó el agosto del año pasado presuntamente por ser discriminado debido a su orientación sexual.
“No puede perderse de vista que el colegio es el espacio común donde sujetos de especial protección constitucional -niños, jóvenes y adolescentes- desarrollan buena parte de su vida y conviven mutuamente. De donde resulta que una falta como la prevista no puede catalogarse como discriminatoria”, señala un aparte del documento.
Y añade además: “Y si las manifestaciones obscenas están prohibidas en el espacio público para todos los ciudadanos, resulta apenas razonable que una institución las sancione cuando se desarrollen en los espacios de la institución, que para efectos formativos resulta asimilable al espacio público”.
Fuente: Agencia EFE
No nos parece extraña esta forma de pensar por parte del procurador colombiano que pareciera sacado de la época de la inquisición, lo que nos asombra es su abuso de poder para imponer frente al Estado sus juicios personales coartando derechos porque así lo desea. Cada vez el comportamiento de este hombre es más indignante.