México ultima la regulación del matrimonio homosexual en todo el territorio. El presidente ha iniciado el proceso para reformar la Constitución e incluir en el artículo.
Enrique Peña Nieto, presidente de México, informó que firmó iniciativas para modificar la constitución y el código civil nacional para que se reconozcan los matrimonios igualitarios, algo que de inmediato generó el rechazo de la Iglesia católica y el reconocimiento de activistas.
Se busca “reconocer como un derecho humano que las personas puedan contraer matrimonio sin discriminación alguna”, dijo el presidente de una nación que es considerada la segunda con el mayor número de católicos en el mundo.
Es decir, que los matrimonios se realicen sin discriminación por motivos de origen étnico o nacional, de discapacidades, de condición social, de condiciones de salud, de religión, de género o preferencias sexuales.
La Suprema Corte emitió en 2015 un fallo en el que declaró inconstitucional en los estados mexicanos prohibir el matrimonio entre personas del mismo sexo. Pero esa decisión fue considerada una “tesis jurisprudencial” que no invalida las leyes estatales, lo que significa que las parejas tienen que demandar por el derecho a casarse y esperar que los tribunales fallen en cada caso concreto.
En algunos lugares del país ya está legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo, incluida la Ciudad de México y los estados de Coahuila, en el norte, y de Quintana Roo, en el Caribe mexicano.
Las iniciativa fue enviada al Congreso bicameral, donde será analizada. Por tratarse de una reforma constitucional se requieren al menos dos tercios de los votos, tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado. El Partido Revolucionario Institucional del presidente Peña Nieto y sus aliados tienen cerca de la mitad de los asientos en cada cámara, aunque también podría recibir el apoyo de la izquierda, que ha respaldado en el pasado modificaciones similares en otros estados, incluida la capital.
El padre Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México, lamentó la decisión del presidente y dijo que la Iglesia católica “apela a la conciencia” de los legisladores para que se opongan a la iniciativa. “El matrimonio tiene unos fines muy concretos que por supuesto no los cumplen dos personas del mismo sexo, procrear”, dijo a The Associated Press.
El anuncio del presidente es de una “importancia monumental”, dijo a la AP Andrew Chesnut, director de estudios católicos de la Universidad Virginia Commonwealth. “Realmente es un símbolo del rápido declive y erosión de la influencia de la Iglesia católica tanto en el ámbito político como social”.
Alrededor del mundo 23 países han legalizado el matrimonio gay, según el Pew Research. En Latinoamérica, Argentina fue el primer país en legalizarlo en 2010. Brasil y Uruguay lo hicieron en 2013, y Colombia lo avaló en abril de 2016.