A la llamada Ciudad de la Eterna Primavera en Colombia, llegó una historia de desamor, prejuicio y homofobia que danza con la polifacética puesta en escena de Norma Leal. Humanidad es un tango cabaret que junta danza, música, teatro y lo audiovisual para narrar la triste historia de cómo una profesora de universidad pierde su trabajo después de enamorarse de una de sus alumnas.
Norma Leal es una caleña de cabello rojizo y crespo, quien carga con todo el calor de su tierra en el color de su piel. Nos encontramos en la Casa Teatro de Medellín, antes de un ensayo, y rápidamente me dice: “Hablemos mejor dentro de la sala de teatro que es donde me siento en casa”.
Egocity: ¿Cuál es la historia de esta obra?
Norma Leal: La obra se llama Humanidad y es un cabaret. Cabaret porque es muy cercano al público. De hecho hay partes donde se le habla directamente, y tango porque es el hilo conductor de la historia. Se baila, se canta y los videos proyectados son con esta música. La historia es de una profesora de universidad que se enamora de una alumna y se dan cuenta, así que a ella la echan por eso.
La profesora está montando un musical, se enamora de una de las chicas que participa y las descubren, entonces la despiden y le roban los derechos de autor de su obra. La chica decide dejarla porque es becada. Entonces, es el duelo de la profesora que además que le arrebatan su trabajo, la mujer que le gusta la deja sola.
Luego las circunstancias de la vida las junta de una manera muy loca. De tal forma que la verdadera identidad de cada una es revelada y hay una fuerte decepción porque ahí hay una crítica a lo que uno idealiza mucho. Cuando tú te enamoras, tú idealizas; y cuando tú te encuentras de frente con lo que realmente es, entonces ahí vienen los choques, los prejuicios. Entonces la obra habla mucho de eso. Sobre todo en las relaciones entre chicas, como en ellas salen sus prejuicios por encima del amor. No hay propiamente un erotismo directo, pero sí muy sugestivo. – Ahí expongo mucho eso, los prejuicios que se presentan en las universidades con estas relaciones lésbicas u homosexuales.
E: ¿Vos la escribiste?
NL: Sí, yo la escribí. La escribí a partir de hechos propios. Todo lo que hay ahí son pedacitos de mi vida o cosas que yo he visto. Por lo menos lo de la profesora, eso fue real. Hubo un profesor que delató a una profesora porque era lesbiana y la echaron y el tipo se quedó con el puesto de ella y eso fue en una universidad reconocida de acá. Todos los personajes son reales, hay un periódico del que yo leo y es real. Todo eso es real.
E: ¿Y por qué el tango?
NL: Mira. Yo aprendí a bailar tango en el 2006, más o menos. Estuve en un cuarteto de percusión y empezamos a tocar repertorio de piazzolla. Yo veía el tango como algo tan bonito, tan chévere; pero no como algo que yo quisiera bailar.
Una vez haciendo esto empecé a conocer su historia, y la conocí como músico. El oído lo identifiqué y todo, pero ahí como que me hacía falta bailarlo. Entonces yo dije, bueno, lo voy a bailar. Y luego dije: lo meto al teatro. Porque el tango tiene un origen de desarraigo, de dolor; es muy sentimental y muy fuerte. Entonces me pareció un elemento muy bacano en mi trabajo.
E: ¿Y qué respuesta has visto del público?
NL: Pues la sala llena los tres días, sobre todo el viernes tuvimos que poner sillas adicionales. El teatro no daba pa’ más ¡Fue maravilloso! – Para mí es muy grato porque hay muchas salas y oferta teatral. Hay muchos eventos gratis, muchos distractores; y no hay una cultura del teatro… Entonces considerando todos estos elementos considero que me fue súper bien y estoy muy agradecida con la gente que está siguiendo mi trabajo, porque por ellos es que la obra logra convocatoria. Por lo menos el sábado vinieron cinco o seis referidos. Esta semana ya hay reservas para los tres días… Y es rico, porque obviamente mi mayor público es femenino y muchas mujeres lesbianas, pero he tenido gente de todo y les gusta. La gente gay, la gente hetero; que qué bonito el mensaje, que tan bonito que cantan, que bailan. Entonces creo que las personas que vienen tienen de donde pegarse. Si les gusta el baile, pues se pegan de ahí, o si les gusta el canto, lo audiovisual, la historia… Entonces esa versatilidad que tiene la historia ha generado buena recepción en la obra.
E: ¿Y qué planes hay para esta obra?
NL: En este momento tengo una invitación a Brasil, a un festival donde yo ya estuve con otra obra. Al festival de Rosario en Escena, es en Río Grande. Estuve con una obra tango clown que denuncia la discriminación de las mujeres en el baile cuando no es bonita, no tiene buen cuerpo o no es delicada, que le hacen el fo, la rechazan. Ganamos premio a mejor actriz y soy yo sola en un espacio vacío y a mejor vestuario. Entonces ellos nos invitaron este año con esta obra, pero bueno, es que movernos de un país a otro no es fácil porque somos cuatro. Dos actrices y dos en la parte técnica. – La idea es sacar otra temporada antes del viaje aquí mismo; y en Cali y en Bogotá hay unos posibles contactos para fin de año.
E: Bueno, ¿y en general en el espacio artístico LGBT en Medellín o Colombia, qué recepción has visto?
NL: Pues mira que curiosamente tú eres el primer representante de una asociación LGBT que viene y nos apoya porque realmente no hemos recibido apoyo. Nos ha apoyado más la gente hetero y lo hemos buscado. Nosotras hemos ido al Centro de Diversidad y nos dicen: “Ay sí, deje el afiche”. Pero no vienen, ni nos hacen publicidad. Pero sí, la comunidad LGBT sí ha respondido, pues el público como tal. Entonces como que por ese lado me parece que hace falta más apoyo de la institucionalidad porque realmente no hay tantas propuestas y a mí no me gusta caer en eso de estereotipar lo que trans o lo que es gay, que todo es sexo, o la vida horrible. ¡O sea no! Yo como persona LGBT logro ser una persona estudiada. Que vivo el rechazo, claro que lo vivo. Y sé que teniendo otras situaciones sociales más complicadas sería más fuerte, pero es mostrar también qué estamos haciendo las personas. Porque yo no solo trabajo como Norma Leal, sino como lesbiana.
Recuerden que la obra cierra temporada este 11, 12 y 13 de junio, a las 7:00 p.m., en la Casa del Teatro de Medellín, ubicada en la calle 59 50A-25 (Prado Centro). Información en reservas en el 2540397 y el 301 2760890, o al correo administració[email protected]