Una noche mientras la radio era mi acompañante en la búsqueda incansable para que Morfeo me tomara en sus brazos, escuché una frase bastante sencilla, que en primer momento me causó mucha gracia, pero que luego entendí de mejor manera:
“Todo lo que da placer o dolor, entra o sale, sea de tu cuerpo o de tu mente”
Es innegable que el sexo está arraigado a lo que somos como personas y cobra un papel importante en nuestras relaciones interpersonales. El simple pensamiento pasajero al ver un cuerpo chévere, las ganas desbordadas de estar desnudo frente a otra persona y explotar en el más delicioso éxtasis… Hombre, eso se nos pasa por la mente a cada rato y hace parte de nuestro día a día. El sexo es una vaina de locos.
Históricamente y más por preceptos de algunas religiones que cualquier otra cosa, las relaciones de pareja debían tener una estructura simple y de la cual era un delito salirse: hombre y mujer. Esos mismos preceptos y pensamientos son los que en su momento hicieron ver a las personas de raza negra como esclavos, a las mujeres como un utensilio más, y a los que pensaban diferente como enemigos del mundo. Afortunadamente los tiempos pasan y el pensamiento evoluciona (así no lo parezca), y aunque aún se ven muchos casos de discriminación de todo tipo, los avances hacia una sociedad más igualitaria y justa se van dando a pasos agigantados. Ahora la visión de familia para muchos tiene un espectro mayor. Hombre con hombre, mujer con mujer, del mismo modo y en el sentido contrario.
Las relaciones sexuales abarcan un número muy interesante y agradecido de prácticas que permiten, indistintamente de quienes sean los protagonistas, disfrutar y llegar a ese momento mágico que significa el orgasmo. En ello usualmente participan diferentes partes del cuerpo (pene, vagina, manos, dedos, lengua, labios, etc…), incluyendo una, la cual es la inspiración del libro protagonista del día de hoy. “Por el culo” Javier Sáez y Sejo Carrascosa es una oda a ese órgano que muchos desprecian, descuidan y aborrecen, la cual para muchos otros es fuente de placer ilimitado, o simplemente una parte más del cuerpo que merece la misma atención que las demás. Un par de nalgas peludas como las de muchos hombres, es la puerta de entrada, literalmente, a este homenaje del cual trataré de hablarles en las siguientes líneas. Por si están interesados, aquí en Bogotá, Colombia, pueden conseguirlo en “La tornamesa”.
Con un lenguaje muy natural, que quizá para algunos pueda pasar por burdo, los autores tratan de construir una línea de tiempo y una historia con base en la percepción del culo por el pasar de los años, y el significado de ello en el establecimiento de las relaciones personales y en ciertos paradigmas sociales que nos atañen como personas. En medio de esa construcción, el libro nos permite dar un paseo por diferentes épocas, y recordar que la práctica sexual anal no es algo del otro mundo, ni algo exclusivo de los homosexuales, sino una posibilidad más en el exquisito abanico de las prácticas sexuales, las cuales a su vez son formas de conocernos a nosotros mismos.
Un punto interesante y que me resultó muy entretenido a la lectura, fue el de las apologías que se iban haciendo del culo para con las relaciones de poder y varias prácticas sociales que se han presentado desde el inicio de los tiempos. Esto, acompañado del profundo trabajo investigativo que impregna las páginas de este libro, le dan un valor importante a la propuesta de la obra.
Sin embargo, la manera en como el libro está escrito, resulta muy densa, lo cual puede sustentarse en la cantidad de datos históricos que contiene y en la por momentos errónea manera de transmitirlos. Puede leerse tonto, y sé que son libros totalmente diferentes, pero James Dawson en “Este libro es gay” lo logra de muy buena manera.
Adicionalmente y tratando de ir más allá, los autores intentan mostrar los puntos a tener en cuenta, los riesgos y las precauciones que deben tomarse al tener una relación sexual de este tipo (especialmente si decide hacerlo sin condón), las cuales no distan mucho de las que deben tenerse en cuenta para cualquier otra práctica sexual, las cuales incluyen la higiene, la protección, y la concertación entre las partes. Como me dijo un amigo un día, “unos lo hacen por donde orinan y otros por donde cagan”. La mera verdad, así suene desagradable.
Este no es un libro para todo el mundo, y el cual indudablemente requiere de una mente abierta para poder leerlo. Un estudio interesante, unas cuantas clases de historia, algunas reflexiones y muchas ideas interesantes; eso es lo que me llevo por el culo.
Para cerrar, solo me queda por decirles que disfruten su sexualidad al máximo, descúbranse al límite, cuídense, y no olviden ser felices y dejar ser felices a los demás.