En Trinidad y Tobago se despenaliza las relaciones entre adultos del mismo sexo, así lo comunica la CIDH.
Trinidad y Tobago ha despenalizado las relaciones homosexuales entre adultos, así lo ha dejado saber la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, decisión tomada por el Tribunal Superior de Justicia de Trinidad y Tobago que declaraba inconstitucional las relaciones sexuales consensuadas entre personas adultas del mismo sexo.
Trinidad y Tobago es el tercer país del caribe de habla inglesa junto a Bahamas y Belice, que derogan las leyes que penalizan las relaciones sexuales entre adultos del mismo sexo que se originaron en el pasado colonial de la región.
En marzo del 2017, el activista Jason Jones presentó una demanda contra el gobierno de Trinidad y Tobago para anular las secciones 13 y 16 de delitos sexuales alegando que eran una violación a los derechos de la privacidad y la libertad de expresión.
Estas secciones señalaban que quien ‘comete sodomía es culpable de una ofensa‘, son ‘inconstitucionales, ilegales, nulas, inválida y sin efecto en la medida en que estas leyes penalicen cualquier acto constitutivo de conducta sexual consentida entre adultos.’
La Corte también se refirió a que su decisión no estaba ligada a ninguna creencia religiosa ya que “las creencias de algunos -por definición- no son la creencia de todos, y en la República de Trinidad y Tobago, todos son protegidos bajo la Constitución”.
“La criminalización de personas simplemente porque no son heterosexuales es incompatible con los estándares interamericanos, por lo que esta decisión es un paso esencial para garantizar el respeto de los derechos humanos para todas las personas en Trinidad y Tobago” -Declara Flavia Piovesan, relatora de los derechos LGBTI de las CIDH.
“La despenalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos del mismo sexo transmite el mensaje de que los derechos humanos son para todos y refuerza la idea de que aquellos que desafían las nociones social y tradicionalmente aceptadas de sexo, sexualidad y género deben ser protegidos” – completaba Piovesan.
La Comisión destaca la inconsistencia de las leyes que penalizan las relaciones de mutuo acuerdo entre adultos del mismo sexo, señalando este tipo de leyes de fomentar el estigma de violencia contra la población LGBT como individuos ‘inmorales’.
La CIDH a la vez hace un llamado a todos los países de la región que aún penalizan las relaciones acordadas entre adultos del mismo sexo a eliminar aquellos reglamentos existentes legales que sigan discriminando por orientación sexual, identidad de género, expresión de género o corporal diversidad, invitando de igual manera a identificar todas aquellas acciones que obstaculizan el debido cumplimiento de los derechos LGBTI.
La CIDH es una entidad autónoma de de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que tiene como función observar y defender el cumplimiento de los Derechos Humanos en la región actuando como un ente consultivo de la OEA.
La Comisión Internacional de Derechos Humanos está integrada por 7 miembros independientes elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal sin representar sus países de origen o residencia.