Daniela Vega protagoniza ‘Una mujer fantástica’, la película que representa a Chile en los premios y que ha colocado a la actriz en el foco internacional.
Daniela Vega llega desde Chile con ganas de hacer historia y convertirse en la primera transexual en ser nominada al Oscar a la Mejor actriz. La sociedad la tuvo encerrada 15 años en una identidad que no le correspondía, pero ahora es punta de lanza de la visibilidad de un colectivo que necesita gente como ella.
Muchas gracias Perú !!!! Estoy muy emocionada por este premio que recibo con amor y harto Pisco sour ??❤❤? pic.twitter.com/IfUwKzywJw
— Daniela Vega (@danivega) 13 de agosto de 2017
Ella no quiere ser ejemplo de nada, pero con sus palabras y su actuación en “Una mujer fantástica” ha conseguido demasiado como para no reconocérselo. El ruido de su interpretación resuena tanto que hasta medios tan potentes como IndieWire la colocan como una de las favoritas para entrar entre las cinco finalistas al premio de la Academia de Hollywood a la Mejor interpretación femenina.
Sería la primera vez que una persona transexual lo logra. Sólo hay que echar la vista atrás once años, cuando Felicity Huffman fue nominada por su interpretación de una mujer transexual en “Transamérica”, o cuando en el 2014 Jared Leto ganó la estatuilla al también interpretar a una mujer trans en “Dallas Buyers Club”. Entonces era impensable que una persona transgénero real diera vida a estos personajes. Ya es una realidad gracias a Daniela Vega.
En su camino se ha cruzado el director Sebastián Lelio, que después de reivindicar a la mujer de más de 50 años en Gloria, ahora ha hecho lo mismo con la mujer transexual en esta película que ha arrasado en las nominaciones de los Premios Fénix, que reconocen lo mejor del cine iberoamericano del año.
Juntos han conseguido el retrato más realista de una población que siempre se olvida. Para ella ‘Marina’, como se llama su personaje, representa “la lucha por la dignidad de una mujer frente a las convenciones dominantes de la sociedad en la que vive”, tal como contó en la rueda de prensa del Festival de Berlín donde la película ganó el premio al Mejor Guión.
Muchas de las experiencias de Marina son las de la propia Daniela, que ha vivido en un Chile lleno de cuchicheos y prejuicios. “Eso es algo que todavía se ve en la sociedad chilena, y en verdad en cualquier sociedad actual. Cuando alguien piensa en una persona trans, no piensa en que puede tener una vida convencional, con relaciones discretas, una vida cotidiana más”, confesaba al Premio Sebastiane hace unos meses en una entrevista en la que también explicaba que la voluntad del filme no es la denuncia, pero sí exponer una situación real y hacer pensar a un espectador que no suele pensar en estas cosas.