En cuestión de minutos, un restaurante KFC contrata y despide a una mujer trans alegando no saber “qué baño puede utilizar”.
Georgia Carter, una mujer transgénero de 27 años denunció haber sido despedida una hora después de haber sido contratada en un Kentucky Fried Chicken (KFC) de Virginia porque el director había descubierto que era transgénero. Al mirar el carnet de conducir de Georgia, la mayor preocupación del directivo era no saber a qué baño iría la mujer.
El director en lugar de reconocer su error dijo a la prensa que no le había contratado, que sólo le había hecho una oferta. Aunque Georgia tenía un mensaje en su celular en el que se le convocaba a su primer día de trabajo.
KFC ha reaccionado de forma rápida y ejemplar. Enviaron un comunicado a Instinct Magazine en el que explican que han tomado acciones sobre el caso de Georgia. Para empezar, la franquicia que despidió a Georgia ha sido sometida a una investigación interna que ha resultado con el director siendo despedido por violar la política anti-discrimianción de la marca, que obliga a los franquiciados a ser totalmente inclusivos con respecto al género y a la orientación sexual.
Además los supervisores de los franquiciados se han puesto en contacto con Georgia para ofrecerle un puesto de trabajo en ese restaurante o en cualquier otro de los que la marca tiene en la zona de Richmond.
KFC ha aprovechado para recordar que su política de empresa es tratar a todo el mundo de forma justa e igualitaria y que no toleran ningún tipo de discriminación.