Seguramente, a estas alturas después de tantos confinamientos y cuarentenas, mucha de tu ropa se quedó guardada en el armario y disfrutas del día a día con prendas mucho más cómodas, o incluso, de la desnudez al estar en tu casa.
Una de las pocas ventajas que nos dejó el COVID-19 fue la posibilidad de trabajar desde casa, y así, en la búsqueda de comodidad y queriendo evitar el calor (por el clima veraniego) los brief y los jockstrap se volvieron nuestros mejores amigos.
En este 2021, me he propuesto subir un poco la temperatura de mis columnas, y por eso en esta ocasión les voy a contar de algunos juegos sexuales que pueden practicar desde su casa, en donde la ropa interior juega un papel muy importante.
Para gran parte de las personas el sexo es uno de los mayores placeres que tiene la vida. La variedad de prácticas sexuales parece no tener fin y cada día aparecen más fetiches que nos ayudan a explorar nuestro cuerpo, nuestros gustos, y de mano de estos nos ayudan a conseguir esos tan deliciosos orgasmos.
Tener una buena salud también es disfrutar de una buena sexualidad con mente abierta
Antes de empezar con el tema debemos dejar claro que la gran mayoría de las personas más allá de su género u orientación sexual, admiramos a nuestra pareja (sentimental o sexual) cuando está en ropa interior, cuando vemos su cuerpo, pues así nos es fácil reconocer esos detalles que nos gustan. Cosas como aquella V abdominal que a varios nos hace perder el control o las diferentes curvas del cuerpo, y es allí donde empieza el juego de la lujuria, de desnudar y dejarnos llevar por el placer carnal.
Por lo dicho, día a día nos vemos buscando ropa y accesorios con los cuales los atributos de nuestro cuerpo resalten, piezas de ajuste y entalle perfecto para poder seducir.
Sin duda, el juego más importante y conocido es el de: DISFRACES. Gran parte de este está compuesto de ropa interior que atrae a la “presa”, un policía, un bombero, un cura o incluso un profesor, son algunos de los disfraces con los cuales puedes encarnar tus fantasías y hacer del sexo una experiencia memorable.
Muchos psicólogos aseguran que estos juegos con disfraces y roles ayudan a aliviar la tensión moral
¿Has llamado a tu pareja a decirle “accidentalmente” que olvidaste usar ropa interior? Si no lo has hecho, deberías intentarlo. Este puede ser uno de los mayores juegos sexuales, pues seguramente puedes lograr ser abordado por tu pareja al llegar a casa para comprobar que no llevas ropa interior y probablemente esto termina en acción.
Una variante en este juego es contarle a tu pareja que ropa interior estás usando, aprovechar sus gustos y seducirlo describiendo lo que llevas puesto, haciendo que pierda el control y se desespere por que llegues a casa para verte con ella y quitártela.
Otro de los juegos más comunes con la ropa interior es ese gusto de oler la prenda interior usada de tu pareja. Esta práctica se la debemos a los japoneses en los años 80 y se conoce por el nombre de Burusera. A la fecha está practica es tan popular, que las reclusas de la famosa serie americana «Orange Is The New Black» venden sus bragas usadas.
El intercambio de la ropa interior con la pareja se ha convertido para muchos en un juego popular. Quizá esto representa una señal de confianza, de poder o de sumisión ante esta. Usar la ropa interior de tu pareja es, de una forma u otra, estar con él en el trascurso del día, lo cual es verdaderamente muy excitante, por no decir que es más que agradable. Incluso puede llevarte a acabar masturbándote pensando en esta persona.
Para terminar, debemos hablar de aquellos hombres que, sin importar su orientación sexual o identidad de género, sienten un gusto particular por la lencería femenina. Muchos de ellos se sienten atraídos por el fetichismo y el voyeur, pero más que todo por estas prendas, las que incluso llegan a usar para hacer de esto un juego sexual.
Evidentemente, muchos de estos juegos nos permiten tener una sexualidad más libre, aprender a conocer nuestros cuerpos de manera más autónoma, y por supuesto, encender nuestra relación de pareja y llevarla al límite.
Quiero sexo