Egipto agudiza la persecución policial a personas homosexuales después de que una bandera arco iris apareciera en un concierto de rock.
El miedo es el sentimiento que acompaña por estos días a miles de personas homosexuales en Egipto. La histeria se desató el pasado 22 de septiembre cuando una bandera arco iris, símbolo gay, hizo aparición en medio de la multitud del concierto de la banda libanesa Mashrou Leila, cuyo vocalista es abiertamente homosexual.
Las imágenes que se esparcieron por los medios locales y las redes sociales desataron una oleada de arrestos a ciudadanos señalados de “libertinaje” además de una censura a gran escala sobre información homosexual por parte del gobierno del país más poblado del mundo árabe.
Al mejor estilo de Chechenia, el gobierno egipcio ha lanzado un comunicado condenando la homosexualidad y asegurando que ésta es una enfermedad. Desde entonces han comenzado una “caza” indiscriminada de homosexuales, entre ellas, 7 personas identificadas presuntamente en un vídeo del concierto, acusadas por la fiscalía de ”promover la desviación sexual”.
Días antes del arresto múltiple, un joven de 19 años fue detenido tras ser cazado a través de una aplicación móvil de dating online, práctica habitual que usa la policía egipcia en las inmediaciones de las pirámides de Giza, centro turístico del país. El joven fue condenado a 6 años de prisión y deberá pagar una multa por delitos como “libertinaje” e “incitación al libertinaje”. La corte lo acusó de ser uno de los asistentes al concierto donde se exhibió la bandera y le condenó a 6 años más de libertad condicional.
El Gobierno actual está bajo el mando de Abdelfatah al Sisi, ex jefe del ejército, quién tomó el poder desde el 2013 mediante un golpe de estado y quién ha emprendido una campaña de moralidad pública que he terminado en la detención de aproximadamente 250 ciudadanos acusados de homosexualidad según estimaciones de una ONG local.
Se le ha prohibido a la prensa local informar “cualquier acto de simpatía o promoción de la comunidad homosexual”. La homosexualidad es catalogada como “vergonzosa enfermedad” que sólo puede aparecer en publicaciones y programas de televisión cuando sirva para “mostrar el arrepentimiento de estas personas o la admisión de que la homosexualidad es un comportamiento inaceptable”.
Desde aquí nos solidarizamos y apoyamos a todas la población LGBT en el país árabe. Esperamos que las organizaciones mundiales realicen acciones pertinentes en pro de nuestros derechos como seres pertenecientes a la sociedad.