La última película animada de FOX, “Olé, el viaje de Ferdinand”, devuelve al cine a un icono que le ha hablado a la paz desde los años 30.
La verdadera historia tras Ferdinando, va más allá de sus cuernos y el hermoso diseño animado que hicieron las productoras Blue Sky Studios, Davis Entertainment y 20th Century Fox Animation en su última adaptación. Fue escrito por el norteamericano Munro Leaf e ilustrado por su amigo Robert Lawson inspirado en Ronda de Andalucia, España, la primera edición fue publicada en 1936 por la editorial Viking Press.
Desde un comienzo “La historia de Ferdinando” (The Story of Ferdinand), fue un éxito en ventas y hasta el momento no ha dejado de imprimirse.
Sin embargo, su huella en la historia ha sido más importante debido a su evidente mensaje pacifista. Su primera publicación fue realizada algunos meses antes que se diera la guerra civil española, y los seguidores del régimen franquista decidieron prohibir el texto, al igual que las fuerzas Nazis, quienes incluyeron la obra dentro de sus quemas de libros, debido a que Ferdinando era para ellos un símbolo de anarquía que proclamaba la paz.
La historia de un joven novillo que está siendo criado para convertirse en toro de lidia, pero que realmente más allá de su ambiente, no tiene interés por la violencia sino por admirar la belleza de la naturaleza y vivir en paz, incluso en el momento que es llevado al extremo de enfrentarse con un torero, con el cual prefiere no luchar, hizo que durante la guerra éste se convirtiera en un llamado a favor de la no-violencia desde un discurso que busca destruir los estereotipos.
El texto que ha sido traducido a 60 idiomas, fue seleccionado por la Internationale Jugendbibliothek (Biblioteca Internacional de la Juventud) como uno de los 10 libros clásicos en pro de la tolerancia y la paz. E incuso Mahatma Gandhi llegó a proclamarlo como uno de sus libros favoritos, porque visibiliza el respeto por la diferencia, y la libertad por la exaltación de la individualidad y los derechos.
En 1938 como una respuesta al veto que tenía el libro por el régimen de Franco, Walt Disney Studios convirtió el cuento en un cortometraje animado de siete minutos que fue ganador del Oscar:
Ahora este símbolo político de paz vuelve a los cines para hablarle a todas las generaciones en tiempos donde la intolerancia es pan de cada día, a través del racismo, xenofobia, homofobia, misoginia y demás males promovidos incluso por muchos de los líderes de estados actualmente que se oponen a la diferencia. Es el momento de crear conciencia para pensarse desde el autodescubrimiento, un proceso requerido para ser capaces de sobresalir desde la diferencia en medio de tanto blanco y negro…