Muchos treintones, cuarentones y hasta cincuentones tenemos incongruencias muy peculiares en lo que respecta al amor, a las relaciones de pareja.

El amor es el mismo pero los gays no somos iguales. Una relación entre individuos del mismo sexo no puede ser igual a una heterosexual. La pregunta es:

¿Por qué muchos quieren imitar el estilo de vida de la “supuesta” pareja perfecta heterosexual, esa que nos contaban en las películas, novelas, cuentos, pero todos sabían que era un ideal absurdo que rara vez se cumplía?

La respuesta es:
“Nos educaron maleducaron a todos por igual”. Crecimos todos con las mimas ideas falsas, con un poquito menos que nada de libertad.
Creemos que apenas se están inventando los robots cuando en realidad nosotros fuimos los primeros modelos de tal artefacto. Y no creo exagerar. A muchas generaciones se les acostumbró a no pensar, a no cuestionar, a no atreverse a romper las reglas, a no atreverse a aceptar una condición diferente a la establecida, a la generalizada. ¿Les suena la palabra religión?

Llégué a escuchar historias de mi mamá, mi abuela, mi bisabuela que resultaban difíciles de creer hoy en día, pero fueron ciertas.

La gente no heterosexual tuvimos que asimilar primero nuestras diferencias, después hubo que aceptarlas y por último, aprender a ser felices con ellas.

A algunos esto nos hizo fuertes y un tanto cabrones, nos acostumbramos a ir en contra de lo establecido, de mostrar una cara diferente de la sociedad, de la cultura, de la sexualidad, de la libertad. Obviamente a quien más le incomoda esto es a la gente más cuadrada, menos flexible, más tradicional y por qué no, más neurótica. No exagero ¿Cuántas de estas personas se han suicidado porque nunca pudieron ir en contra de las ideas que se les inculcaron desde niños, cuando su naturaleza era distinta?

Pues en el amor, en los temas de pareja sucede lo mismo. Crecimos todos escuchando una misma historia, una sola posibilidad, y no es que no haya existido más, porque siempre las ha habido, sin embargo se ocultaban, se mantenían en secreto.

Hoy ya nadie quiere vivir en secreto, ya nadie quiere ocultar nada, el problema es que muchos no se dan cuenta que siguen con un modelo del amor obsoleto en su cabeza cuando el corazón les grita libertad. ¿Qué sucede entonces? Muchos entran en conflicto y asumen que el amor ya no existe, y mucho menos dentro de la comunidad gay.
Creo que esto es falso. El amor jamás podrá dejar de existir porque es la fuerza que lo mueve todo, que une a las moléculas, que genera la conexión entre todas las formas de vida.

El error está en la forma en la que interpretamos el amor, en la manera en que nos relacionamos con él o ella, como quieran llamarle, en esa forma tan “aparentemente” conveniente que resulta ser lo más inconveniente para que dos personas puedan mantenerse unidas en una relación.

¿Qué no es el amor?

-El amor no es posesión
-El amor no es egoísmo
-El amor no es competencia

No podría hablar con certeza de la forma en la que se establece una relación sentimental con una persona de diferente sexo, pero sí puedo compartir mi experiencia sobre el amor y las relaciones homosexuales.

Cuando conocemos a alguien…
La química, la ilusión, la idealización nos envuelve por cierto tiempo, pero esto siempre tiene fecha de caducidad. Creemos que esto es el amor cuando en realidad no lo es, esta es tan solo la primera fase de una relación, la antesala al amor. Porque es muy distinto amar que estar enamorado.

Quien supera la etapa del enamoramiento, logrando establecer lazos profundos y hasta espirituales con la otra persona, entonces puede empezar a esculpir el amor entre los dos, entonces las dos personas (o los involucrados en la relación), pueden darle forma a una creación propia, a la obra de arte más maravillosa y única que el ser humano puede llegar a aspirar. Pero no olvidemos la característica más importante: debe ser única. ¿Por qué? Por la simple razón de que no existe un ser humano igual a otro.

Así que, para llegar a enamorarnos y después a descubrir lo que es el verdadero amor, lo primero que debemos hacer es aprender a conocernos, a permitirnos ser tal y como somos, porque en la medida en que lo logremos es que podremos permitirle lo mismo a la otra persona y de esta forma conseguiremos unir dos libertades y no dos egos posesivos y controladores.

¿Qué libertades deben estar permitidas en una relación de pareja heterosexual u homosexual?
Las que los involucrados establezcan de comun acuerdo. Punto.

Así que dejemos de desacreditar el amor diferente al nuestro, porque el amor es algo tan inmenso que puede tomar siempre la forma que uno va necesitando.

Nos leemos en la próxima.
¿Qué opinan al respecto?

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