Al escuchar la palabra “masaje” en una conversación cualquiera son muchas las imágenes que nos vienen a la cabeza; principalmente, escenas no aptas para menores de edad o relacionadas con chamanes y curanderos de garaje.
La concepción de masaje ha sido muy tergiversada debido a tanto charlatán y a las malas prácticas entorno al mismo, dañando la imagen de muchos profesionales que, en realidad, son terapeutas con mucha experiencia en el tratamiento de todo tipo de dolencias y en brindar bienestar a una gran cantidad de personas.
Durante muchos años ésta ha sido la realidad acá en Medellín y en muchas otras ciudades del país y del mundo, resultando en que muy pocas personas tienen en su cotidianidad una cultura del masaje relacionada con lo terapéutico, y en cambio, lo asocian más a lo sexual o lo mágico. La masoterapia, por ejemplo, es un concepto nuevo para la mayoría de personas, siendo una rama de la fisioterapia con bases científicas muy sólidas y que actúa en diversos campos, tales como el deportivo, el estético, el ocupacional y el medicinal, de hecho, el 8 de septiembre de 2014 se aprobó en Colombia la Ley 1733 o Ley Consuelo Devis Saavedra, la cual apoya a la masoterapia como una estrategia para los cuidados paliativos en pacientes con enfermedades terminales, crónicas, degenerativas e irreversibles de alto impacto en la calidad de vida; gracias a dicha ley miles de personas con patologías como cáncer, SIDA, esclerosis múltiple, distrofias musculares, entre otras, podrán recibir ayuda de terapeutas capacitados en el alivio del dolor y la mejora de la calidad de vida, un avance gigante para el quehacer de los masoterapeutas profesionales.
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El masaje ha sido durante siglos una técnica terapéutica utilizada en muchas culturas alrededor del mundo y que ha demostrado su gran valor en diversos procesos curativos, pero ha pasado por grandes baches a través de la historia, por ejemplo, en la Edad Media, los masajes cayeron en desuso por las prohibiciones y prejuicios de la religión; también durante principios del siglo XX los masajes tenían una fundamentación demasiado empírica y no científica por lo cual la medicina tradicional los sacó de las prácticas aceptadas, además de ser muy costoso y de mucha demanda por parte de los usuarios.
El masaje ha venido evolucionando desde entonces gracias a todas las investigaciones realizadas, llegando a ser una forma de combatir cientos de patologías, además se ha demostrado que tiene diversos efectos en todos los sistemas del cuerpo y se puede utilizar con diferentes fines y no sólo para tratar enfermedades ya diagnosticadas, sino también como medio de prevención y bienestar general, ayuda a potenciar el rendimiento deportivo, a la recuperación después de una jornada de trabajo o actividad física exigente, reduce la ansiedad y el estrés. Además, se puede realizar en todas las etapas del crecimiento, en mujeres en estado de gestación, en bebés, jóvenes, adultos y adultos mayores, teniendo en cuenta ciertas precauciones dependiendo del estado físico y mental de cada persona.
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Como vemos los estereotipos no son exclusivos de la raza, la orientación sexual o la nacionalidad, ciertas profesiones, como la masoterapia, luchan a diario contra estos prejuicios. Es importante entonces educar e informar a la población a diferenciar entre un terapeuta profesional de una persona que trata de hacerse pasar por uno, para evitar resultar metidos en un antro con oportunistas sin preparación académica y que van a terminar haciendo muchos daños en nuestros organismos.