Pete Buttigieg, alcalde de South Bend, veterano de guerra, abiertamente gay, religioso, políglota y con 37 años, es ahora precandidato por el partido demócrata a la Presidencia de los Estados Unidos en la próximas elecciones del 2020.

Aunque todavía queda un gran camino por delante, ya que primero debe enfrentarse en las elecciones primarias de partido a las demás personas que decidan aspirar a la candidatura, como la ex fiscal Kamala Harris, las senadoras Elizabeth Warren y Kirsten Gillibrand, la representante por Hawái Tulsi Gabbard, el excandidato Bernie Sanders y probablemente el ex-vicepresidente Joe Biden, Buttigieg oficializó sus intenciones el pasado domingo.

Con un fuerte aumento de popularidad en los últimos tres meses, para pasar a ocupar el tercer puesto en las encuestas a nivel nacional entre quienes podrían sacar de la oficina oval a Trump. Además, durante sus estudios, desarrolló textos que le valieron reconocimientos de Caroline Kennedy, hija de John y Jackie Kennedy, hasta el punto que ahora, ella ha realizado tres donaciones a su campaña, un aval importante para los estadounidenses.

Estudió en Harvard, Historia y Literatura, y luego gracias a la beca Rhodes, estudió en Oxford, Filosofía, Política y Economía. Luego de una amplia experiencia laboral y múltiples premios, a los 29 años se convirtió en el alcalde más joven de South Bend, a mediados de su mandato se retiró para servir como oficial de inteligencia de la armada en Afganistán, cuando vuelve a su ciudad, a los 33 años y previo a su reelección salió del clóset frente a la ciudadanía como un ejercicio de sinceridad y en las nuevas votaciones ganó con un 80% a su favor.

En el momento que decide hablar abiertamente de ser gay ante el público, en Indiana aún era legal despedir a una persona por su orientación sexual, la tasa de suicidios adolescentes y el bullying homofóbico estaban disparados y la Corte Suprema no había legalizado el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Hace parte de una de las iglesias cristianas en los Estados Unidos que permite bendecir la unión por parte de parejas del mismo sexo, Iglesia Episcopal, e hizo público su compromiso con su ahora esposo, Chasten Glezman, a finales del 2017.

A nivel internacional Buttigieg a logrado ser foco de atención luego de oficializar su precandidatura, gracias a su historia y sobre todo su orientación sexual, sin embargo, él resalta que no está interesado en ser el presidente de un sector social, ya que ser gay es parte de quien es, pero no lo es todo.

“No me postulo para ser presidente de ningún sector poblacional… Si pensara solo en términos de identidad, sería un espacio muy solitario para mí porque soy el único veterano de guerra, gay, episcopaliano, de origen maltés-estadounidense que he conocido»Declaró en broma en entrevista con la CNBC.

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