Plantón frente al Ministerio de Educación en respuesta al suicidio de Daniel Montaño. Fotografía tomada de @donatovik en X.
Según un artículo de la Radio Nacional de Colombia, del 30 de marzo del 2024, de acuerdo con la Defensoría del Pueblo, entre el año 2021 y 2022 se presentaron 226 casos de violencia por prejuicio en contra de la población trans en el país, donde al menos 206 corresponden a mujeres trans y 20 a hombres trans.
Este año, la Defensoría del Pueblo emitió una alerta por el incremento de violencias a población LGBTIQ+ en los primeros 5 meses, atendiendo aproximadamente 286 casos, de los cuales 8 casos fueron transfeminicidios en el territorio nacional.
El pasado 16 de julio en la mañana, se nos fue Daniel Montaño, un chico trans de apenas 16 años de edad, habitante de Popayán. Daniel se quitó la vida debido a violencias transfóbicas en su contra mientras era estudiante del Colegio Cristo Rey y del Colegio Ulloa y, como era de esperarse, ninguna de las instituciones educativas desea hacerse responsable de los impactos que generaron en el menor.
Con todos esos acontecimientos alarmantes de los últimos meses – y años – es que hoy, queremos hacer énfasis en la Ley Integral Trans y por qué, ahora más que nunca, hay que defender y sostener este proyecto de ley.
La iniciativa
La ‘Ley Integral Trans’ emerge a partir de la construcción colectiva de más de 100 procesos de base comunitaria, organizaciones y activistas, consolidándose como una plataforma a nivel nacional, con la intención de generar una acción conjunta – pero potente – que
permitiera exigirle al Estado ser garante de protección y acceso a derechos de la población trans del país, teniendo en cuenta que, de todos los sectores poblacionales LGBTIQ+, la población trans (incluyendo a las personas no binarias) es la más vulnerable y violentada, y que esto, es una deuda histórica. Desde mayo del 2023, la plataforma hizo oficial su surgimiento, luego de haber realizado una consulta popular sobre las necesidades y contextos de la población a 1.355 personas con experiencia de vida trans.
Desde hace varios años, la población trans sueña con tener una ley que permita la posibilidad de dignificar los derechos y por ende, la vida; la plataforma busca establecer medidas, mecanismos y herramientas para alcanzar este objetivo, estableciendo como pilares fundamentales: el derecho a la identidad, derecho a la salud, derecho a la educación y el derecho al trabajo, teniendo en cuenta para este ejercicio un enfoque diferencial.
Cualquiera podría preguntarse: ¿acaso eso no lo tenemos todxs? Sí, pero los indicadores en las tasas de discriminación y la población que accede de forma integral a estos derechos, demuestran que los porcentajes en población trans y no binaria, suelen ser más bajos; es decir, sus proyectos de vida están en constante riesgo y los accesos a oportunidades y derechos son limitados, escasos o inexistentes, teniendo en cuenta que todo esto varía según los territorios.
¿Por qué apoyar el proyecto y cómo hacerlo?
A partir de este 20 de julio del 2024, se retomaron los esfuerzos de una nueva legislatura en el Congreso de la República, poniendo en marcha un plan de acción para la radicación del proyecto de la ‘Ley Integral Trans’ y, acercando nuevamente el proyecto de Ley #Inconvertibles, que busca erradicar las mal llamadas “terapias de conversión”.
Si bien, a nivel legislativo el panorama no es muy alentador, es por eso justamente que es indispensable unir todos los esfuerzos posibles y hacer promoción, difusión y generar acciones territoriales, que permitan acompañar y brindarle potencia a la plataforma y a #Inconvertibles, ya que, aunque sus formulaciones son distintas, buscan algo en común: proteger y mejorar la vida de las personas LGBTIQ+ en Colombia.
Ver esta publicación en Instagram
Seguir la cuenta de la plataforma, repostear, contarle a un amigue, escribir un hashtag, etiquetar, enseñar y sensibilizar en la calle ¡firmar! Todas estas son acciones que podemos realizar para apoyar y visibilizar estos proyectos. El cambio social requiere de un compromiso activo del movimiento social LGBTIQ+, compromiso que, sin duda alguna, creo firmemente que podemos tener.
#NoHayNadaQueCurar y la lucha sigue, hasta que la dignidad se haga costumbre.