El pasado jueves y por primera vez en la historia, el Senado italiano examinó un proyecto de ley para legalizar la unión civil entre parejas del mismo sexo, un tema bastante controversial que divide el país profundamente.
Italia es el único país grande de Europa occidental donde aún no se tiene claro, ni se reconoce legalmente a las parejas homosexuales, dejando un gran vacío legal y resultados inciertos por los cuales colectivos activistas luchan contra la fuerte corriente católica conservadora italiana. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha instado al país a reconocer el tema y cambiar esta situación.
Cientos de personas se reunieron el sábado pasado en 90 plazas de todas las ciudades del país para apoyar la ley que regulará a las parejas del mismo sexo. Al mismo tiempo que los opositores convocaron, aparentemente según sus organizadores, a cerca de un millón de personas ese mismo día a una manifestación en Roma que llamaron “Día de la familia”, ambos lados generando tal impacto que pueda afectar los resultados de la futura ley.
El proyecto, elaborado por la senadora del Partido Democrático Monica Cirinná, está listo desde el pasado jueves para su evaluación. Una parte del texto será sometido a votación este martes, faltando dos semanas más de discusión para someterse a votación general a mediados del mes de febrero y por último pasar por la cámara de diputados para que sea ratificado.
El texto establece que un funcionario podrá registrar la unión entre dos personas del mismo sexo, las cuales se deben comprometer a ser fieles y a garantizar la asistencia moral y material recíproca.
Massimo Gandolfini, coordinador del llamado “Día de la Familia” lamenta, “es inaceptable. Creo que no podemos enseñar a nuestros hijos y nietos que existen otros modelos de familia”.
A esto se suma el papa Francisco recordando, que la familia debe ser un modelo formado por un padre y una madre bendecidos por la iglesia católica.
En el tema se han sentido divisiones dentro del gobierno de centroizquierda ya que varios militantes católicos del partido de gobierno, afirmaron que van a dar la batalla contra la legalización del matrimonio igualitario.
Hasta ahora todo es incierto ya que según las encuestas recientes, la mayoría de los italianos están a favor de reglamentar las uniones civiles, pero se oponen a que puedan acceder a la adopción.