Se puede hablar de muchas revoluciones generadas por la nueva edad dorada de la televisión en Estados Unidos. Cualquiera puede patalear sosteniendo que Breaking Bad, Game of Thrones, Mad Men o Los Soprano son cualquier cosa o la Capilla Sixtina catódica. Pero hay un factor innegable de la nueva TV, la que está alterando modos del cine (que sólo se hace más grande y menos profundo) y modos de contar actuales, un factor que se da en series, realities y novelas: el fenómeno llamado “nuevo mainstream”.
¿Cómo definir ese nuevo mainstream? ¿Relatos adultos, ganas de temas de género, desparpajo en la comedia? Quizás, pero no. El primer factor para identificar el nuevo mainstream lo define la medidora de rating e investigadora de mercado norteamericana Nielsen al establecer que en el 32% de toda la televisión vista en el horario estelar (el prime time) se da la presencia en pantalla de un personaje o persona homosexual, o una trama de esas características. Y que una de cada cinco ficciones y uno de cada cinco realities son definidos bajo la categoría de ser “exclusivamente LGBT”. Lo que fue una franja marginada del consumo televisivo, es ahora uno de los factores más determinantes a la hora de pensar nuevas formas de televisión, de crearla y de venderla.
Pero la realidad es que hasta los bastiones más conservadores (Fox, por ejemplo, que es junto con ABC el canal con más personajes LGTB) entienden que el 25 % del dinero destinado a la publicidad va a programas con contenidos LGTB. Lo gay, como muestran los 43 personajes LGTB que hay hoy en la TV norteamericana, vende.
No es de extrañar entonces que la más mítica y pura telenovela norteamericana, la muy moralista y con un gran porcentaje de audiencia católica Days of Our Lives (NBC), tuvo este año su primera boda gay. Y no fue un mero gesto. Fue un programa de tres capítulos, con picos de rating dentro de la serie, y la pareja en cuestión ahora ha invitado a la ex de uno de ellos a mudarse a su hogar junto con su bebé.
La realidad que han probado shows como la cancelada The New Normal, Modern Family, el reality de drags queens Drag Race, la serie Looking y la película para TV de HBO The Normal Heart, entre otros programas con contenido LGBT, es que esa presencia en series no sólo es el reflejo de veinte estados que han legalizado el matrimonio, sino de la cantidad de publicidad que se promociona a través de esos shows. Y al parecer, el 44% del público LGTB afirma que la publicidad en esos programas los lleva a comprar productos de esas compañías.
En conclusión, La TV gay es una realidad que ha trascendido las fronteras de Estados Unidos y se ha visto reflejada en muchos otros países de Latinoamérica. Y Colombia no ha sido ajena a este fenómeno. Vasta con mirar los principales canales públicos y privados, para dares cuenta de la gran cantidad de personajes LGBT que inundan los seriados, shows y telenovelas.