“No hay evidencias de que una persona con un desorden de identidad de género deba tener automáticamente un desorden mental”, aclara la OMS.
Luego de once años en los cuales se retomaron trabajos e investigaciones en torno a la patologización que acompañó a la transexualidad como enfermedad mental, la Organización Mundial de la Salud (OMS) extiende recientemente un comunicado en el cual anuncia oficialmente la exclusión de ésta de tal listado de enfermedades.
Casi 3 décadas posteriores a la última revisión de la CIE-11 (Clasificación Internacional de Enfermedades), se publicó una actualización de la misma como resultado de estos análisis científicos para ser usada por el personal médico, asegurando así un mejor acondicionamiento del servicio ofrecido a esta población en el sistema de salud.
Sin embargo, la transexualidad se mantendrá dentro de la clasificación de comportamientos sexuales dejando de ser considerada como una enfermedad mental, esto debido a la escasez de evidencias que la liguen al desorden de identidad.
“Queremos que las personas que padecen estas condiciones puedan obtener la ayuda sanitaria cuando la necesiten”, explicó en rueda de prensa el director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, Shekhar Saxena.
Dado que algunos países aún se alzan en contra de esta población, prohibiendo y vulnerando sus derechos fundamentales, esta despatologización podrá ser el respaldo para que cuando una persona perteneciente a la población trans requiera un servicio de salud, se le pueda brindar sin problema.
Esta noticia recoge en logros todo ese camino de luchas que se han venido batallando en razón del reconocimiento por una igualdad de condiciones de nuestra población diversa, ser diverso es natural.