Coraje, dignidad y transgresión. Tres palabras para tres días de visibilización de una lucha colectiva artística en Medellín.
Este año se celebra la 2° edición de Travar las Artes en el Centro de Medellín, un evento que se construyó entorno a la conmemoración del Día de la Visibilidad Trans. Es el resultado de la alianza entre Pájara Pinta y la Red Popular Trans, dos colectivas que pensaron en un espacio para transgredir en lo hegemónico del arte y la cultura, que estuviera enfocado en las creaciones de artistas travestis y trans.
“Habla de una identidad, de un lugar de enunciación desde donde se sitúa la expresión artística travesti que irrumpe y genera un choque en el sistema”, nos contó Ale Álvarez, Directore de la Línea Pedagógica y Coordinadore de Gestión Cultural de Pájara Pinta. “Nosotras como personas disidentes travamos y dislocamos los lenguajes artísticos”
‘Un cuerpo con un micrófono en la mano y un cucharón en la otra, que va revolviendo una sopa mientras canta’
Así interpreta Ale Travar las Artes, un festival interdisciplinar de artes trans/travestis. Nació de la necesidad de construir un espacio en Medellín para personas con experiencia de vida trans, con un enfoque formativo, de reconocimiento, creación y socialización a través del arte y la diversidad de expresiones estéticas, poéticas e intelectuales de les artistas que participen en él, quienes son convocades a nivel ciudad, país y continente.
“El impacto más importante ha sido poder darle un espacio de visibilidad a las hermanas trans y a las personas artistas trans que desarrollan, producen, investigan sobre arte trans/travesti; también, el hecho de que haya un espacio únicamente para este tipo de manifestaciones es muy significativo.” afirma Ale.
Al ser un evento de ciudad, trae posibilidades laborales para las mismas personas de la población diversa. Además, gracias a los espacios de socialización y compartir colectivo, impactan al resto de población vulnerable que habita los territorios, como las ollas comunitarias, donde siempre hay un espacio disponible para las personas en situación de calle. También, el festival busca apoyar a los talentos que están surgiendo en Medellín y brindarles un acompañamiento educativo para su formación artística:
“Se dan procesos de reivindicación y visibilización, se actualiza la imagen que la sociedad tiene de las identidades trans, quienes no solamente somos habilidosas para el estilismo y lo estético, que ha venido siendo una profesión propia, anclada a los estereotipos y los cánones de la sociedad. Vamos más allá de ser prostitutas y peluqueras, ocupamos más espacios y aportamos en ellos.” mencionó Ale al hablar del impacto del festival en la población que no es trans.
Ir más allá del espectáculo
Travar las Artes busca llevar estas expresiones culturales más allá del entretenimiento, pues con las temáticas que abordan pretenden transformar los imaginarios sociales responsables de las violencias que enfrenta la población trans día a día.
Este festival se piensa como una acción reivindicativa desde el reconocimiento de la zanja histórica que ha sido el arte para las travestis, buscando afirmar que, desde todos los lugares y épocas, el arte ha sido un espacio de exploración y afirmación de las identidades diversas; también, ha sido aprovechado para la defensa de los derechos humanos de esta población, la vida digna y las garantías necesarias para habitar plenamente los espacios de socialización.
Además, la apropiación de los lugares de la ciudad juega un papel muy importante aquí, pues el evento ha sido realizado mayoritariamente en diferentes partes del Centro de Medellín:
“En el Centro hay mucha confluencia de hermanas trans que además están en procesos migratorios, por eso es nuestro espacio de incidencia. Para que ellas puedan tener un lugar a dónde llegar y habitarlo de manera segura”, cuenta Ale.
La juntanza para incidir políticamente
La juntanza que se necesita para crear estos espacios es lo que le da el sentido profundo, político y crítico: “La primera acción política es organizarnos internamente. Nosotras somos un equipo conformado por más de 8 personas, y a través de mesas colectivas conversamos, debatimos, ideamos, llegamos a acuerdos y tomamos las decisiones“.
Dentro de estas discusiones, uno de los temas a tratar es el manifiesto del evento. El del año pasado, por ejemplo, hablaba sobre la importancia de abrazarnos como hermanes, cuidarnos entre pares, escucharnos, y hacer que las personas que están iniciando un proceso de transición identitaria no se sientan solas, que sepan que hay procesos de ciudad que se están organizando para visibilizar y romper con los estigmas.
“El festival busca que las personas se acerquen, pregunten, y que se cuestionen también sobre cómo romper y aportar a la transformación de los ideales que nos violentan todo el tiempo”, afirma.
Este año, los temas que van a ser puestos sobre la mesa girarán en torno a las ancestranslidades, pues es importante reconocer que la población trans, en un país tan diverso como el nuestro, también habita en los espacios originarios del territorio.
“Este año nos mueve la ancestralidad travesti y la mística de creer que nuestro cuerpo es el templo, y formarlo como deseamos es nuestra línea espiritual.”
Resignificación y creación: el núcleo de Travar las Artes
Este festival representa un quiebre artístico, tanto en sus manifestaciones plásticas como en su composición estética y material. Un ejemplo de esto es los performance de Bullerengue que han tenido lugar en el evento:
“De entrada nosotras rompimos con el Bullerengue, que es una tradición que tiene todo un esquema hegemónico y binario de manifestación. Poner a una travesti a bailar bullerengue ya eso irrumpe ese esquema. Nos preguntábamos ¿cómo ponemos con nuestras palabras qué es el bullerengue? ¿Cómo traducimos la tradición? ¿Cómo la adaptamos a nuestra realidad diversa?”, contó Ale.
Dichos quiebres artísticos abren la posibilidad de construir nuevas narrativas pues, incluso dentro de los espacios artísticos, la población ha sido excluida y discriminada por los lineamientos hegemónicos. Se da la magia de empezar a ser parte de, a tener un espacio propio y cálido que abraza el arte trans sin juzgarla ni criticarla, que la aprecia desde su disidencia y que valora su resistencia.
Además de la resignificación de términos y prácticas, hay ejercicios de transversalización que también se manifiestan durante el festival. Por ejemplo, une invitade muy especial este año es Puma Camille, una persona transfemenina afro que mezcló la danza característica de Brasil, la capoeira, con la expresión de liberación queer afro más representativa de Estados Unidos: el Ballroom.
¿Cómo resumir Travar las Artes?
Bueno, en palabras de Ale Álvarez, quien lleva aproximadamente 7 años trabajando en el sector de las artes escénicas en Pájara Pinta, Travar las Artes es:
“Un espacio de disfrute, contemplación y respeto, de dignificación de las prácticas artísticas trans/travestis. Es un espacio que tiene un fuerte político muy grande, vital para que podamos seguir rompiendo con los imaginarios que nos matan; es un espacio para crecer como colectividades, para asesorarnos, para escucharnos. Sí, somos peligrosas porque nos ha tocado, pero no solamente somos eso. Mucha de nuestra sensibilidad, más allá de todo, la encarnamos en procesos que las personas desconocen…
Y venga, anímese, que por comer en nuestro mismo plato no se va a morir”.
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