Así como desde comienzos del siglo XXI, con la llegada de la web 2.0 la Internet democratizó el acceso a la información y la posibilidad de construir comunidades virtuales; hace casi cincuenta años, la comunicación análoga y las revistas independientes fueron el motor que impulsó el surgimiento del Movimiento de Liberación Homosexual en Colombia en cabeza de liderazgos como Manuel Velandia.
“Nosotros surgimos con una mentira y eso lo sabe todo el mundo…”, recuerda Manuel entre risas cuando empezamos a conversar para este espacio, haciendo referencia justamente a la conocida anécdota de la entrevista que un periódico troskista le hizo a León Zuleta y su respuesta sobre un movimiento de 10 mil miembros y su medio que se llamaba ‘Revista El Otro’, “la revista en ese entonces ya la tenía en mente, pero todos los ceros eran falsos [risas] para mí fue un chiste matemático, porque el cero realmente es la nada, es como Dios, depende de donde lo pongas puede valer mucho o no valer nada”.
Eran los años 70, era ilegal ser homosexual y vestirse con prendas del género opuesto. La zona de ligue gay en Bogotá eran las escalas del apartado postal, en el edificio de Avianca en la 16 con séptima, donde las personas iban a enviar y recibir el correo, mientras algunos entre juegos de miradas se coqueteaban, situación que aprovechaba Velandia para de paso echarle el cuento a la gente, incentivado por León, de unirse a un ‘movimiento homosexual’ que estaba surgiendo, “les decíamos homosexual, porque sonaba más político, más serio, ‘marica’ les sonaba a insulto y decían que no, aunque para nosotros siempre fue un movimiento marica”.
El 9 de abril de 1977, inicialmente 27 hombres homosexuales, se empezaron a reunir con la excusa de ser un grupo de filosofía dentro de una biblioteca cristiana y luego en el Parque Nacional, donde nace la idea de escribir aquello que reflexionan en un espacio de difusión teórica. Es así como, en septiembre del ‘79 nace ‘Revista La Ventana’.
Una revista que cambiaba cada cierto tiempo de junta como ejercicio político para darle visibilidad a diferentes rostros e impresa en planchas por voluntarios del colectivo en hojas de color, para reducir los costos de la producción. Con 23 números publicados, en el ’83 luego de la primera marcha ‘La Ventana’ llegó a su fin, un fuerte debate interno en torno a la necesidad que exponía Velandia de hacer conciencia sobre el VIH y el SIDA, como una realidad que había llegado al país, llevó a que él y otros miembros se retiraran de la revista y del Movimiento de Liberación. “Es que no tenía sentido que no centráramos en contarle a la gente cómo culear bien, si igual se podían infectar porque no les enseñábamos cómo cuidarse”.
“Te podría decir que la primavera queer nace realmente en el ’77, pero me parece aún más significativo que el cumpleaños 10 de egoCity coincide con el de los 40 años de la primera marcha en Colombia, el 28 de junio de 1983 y también, con que se cumplen 40 años de trabajarse en la prevención del SIDA en el país”.
Uno de los grandes hitos en nuestra historia ha sido el VIH, igualmente primordial en la transformación de la comunicación sobre los temas LGBTI+, sobre todo por la necesidad de conciencia desde el interior del movimiento. Para el 28 de junio de 1.997 se publicó la ‘Revista Acento’, una publicación que contó con 8 ediciones y duró un año, pero marcó el país a nivel cultural, social y político, “cuando la revista salía nuestras publicaciones se volvían temas de opinión en la televisión, periódicos y revistas, así que logramos posicionar asuntos de los que no se hablaban comúnmente, como el SIDA”.
El VIH como un asunto de salud sexual y salud pública, el arte como canal para hacer activismo y los cuestionamientos sociales sobre nuestras identidades han sido siempre temas que Manuel Velandia ha buscado narrar y expresar ante la opinión pública junto a muchas otras voces, sobre las orientaciones sexuales e identidades de género no hegemónicas, pero, sobre todo, sobre lo que ser y reconocerse ‘marica’.
En estos 40 años han sido muchos los medios que han surgido y desaparecido, al igual que rostros que han movilizado y transformado la narrativa LGBTI+ en el país, mujeres y hombres, trans y cisgénero, pero siempre celebraremos una voz que se ha reventado duro contra el mundo, por hacerse sentir. Gracias Manuel Velandia a ti y todos aquellos que han acompañado tu caminar.
ARTÍCULO PUBLICADO EN LA REVISTA EGOCITY N°17 – PRIMAVERA QUEER (CLIC AQUÍ PARA VERLA COMPLETA)