¡Parece que toda Europa hubiera conspirado incluso desde la victoria de la ahora llamada “Queen of Europe” (Reina de Europa), Conchita Wurst, en Copenhague durante Eurovisión 2014, hasta este año para que la comunidad LGBT resaltara más que nunca en Viena, Austria, de comienzo a fin!
Eurovisión 2015, desde sus primeras semi-finales marcó fuertes tendencias en contra de la homofobia, principalmente del país concursante Rusia, y aunque sabemos que el concurso se basa en música y se debe apartar de la política, no fue posible esta vez.
Aunque la rusa Polina Gagarina, con la canción “A million voices” era la más opcionada para ganar, que la tierra de Vladimir Putin fuera la sede de las versión número 61 de Eurovisión no era una opción para la comunidad europea que justo acababa de pasar por marcar la historia sobre derechos de igualdad, luego que Irlanda aprobara por votación popular el matrimonio entre personas del mismo sexo.
No sabemos si fue estratégico o una simple y hermosa jugada del destino, pero durante la primera presentación de Rusia en el concurso, las banderas que más resaltaron y fueron enfocadas por las cámaras frente a toda Europa y Australia, fueron las del arcoíris.
Lituania con su amorosa presentación de “This Time”, expuso amor e igualdad frente a todo aquel que estaba viendo el concurso, sobre todo cuando se exponen besos por parte de parejas del mismo sexo, invitando simplemente a amar:
Cada presentación despertó a cada segundo más y más como nuestra bandera, el arcoíris se plasmaba en cada espacio que podíamos ver en la pantalla, besos por doquier y los seis colores de la igualdad llenando las pantallas.
Durante la presentación, que abría el escenario para iniciar la última noche ilustrando cómo el lema del concurso este año, “Construyendo puentes”, une a todos los países, pudimos ver muy felizmente a una pareja del mismo sexo con un beso apasionado y demostrándose amor frente al mundo entero.
Y el hecho que marcó la postura del concurso y sus televidentes habilitados para seleccionar al ganador, fue el conteo final de la votación de los 40 países (Europa entera y Australia), donde se dio una intensiva lucha entre los puntos de Suecia, Rusia e Italia; frente a la gran posibilidad de ganar de Rusia, el público en Viena comenzó a responder con abucheos hacia Polina Gagarina, y en el momento en que llegó la hora de presentar los puntos rusos, los aplausos cambiaron por gritos y más reprochas contra dicha nación, hasta tal punto que las presentadoras debieron llamar a la calma y recordar que en Eurovisión no había lugar para la política y solo se hablaba el lenguaje de la música, haciendo también que Conchita invitara a dicho país en el salón verde durante el resto de la transmisión.
Finalmente, con un total de 365 puntos, 62 por encima de Rusia, el gran ganador fue Suecia, con Måns Zelmerlöw y su canción anti bullying, “Heroes”, quien luego de su victoria, declaro frente a los medios de comunicación que agradecía enormemente los votos de sus fans LGBT… En su discurso como ganador sobre el escenario al recibir el gran trofeo, supo decir lo más sabio “Le quiero agradecer a todos por votar y apoyarme… Y solo quiero decir que todos somos héroes, sin importar a quien amemos, quien seamos o en quien creamos ¡Todos somos heroes!”. Agregamos además que es la sexta vez que Suecia gana este gran concurso.