Tristemente la Marcha del Orgullo Gay del pasado 30 de julio, en Jerusalén, Israel, terminó con el ataque a seis personas, entre las que estaba Shira Banki, una joven de 16 años que murió a causa de las diferentes heridas por arma blanca.

El ataque fue perpetrado por el convicto Yishai Schlissel, un judío ortodoxo que recientemente salió libre de prisión, el cual asistió a la demostración con el ánimo de atacar a sus asistentes, tal como lo había hecho antes en el 2005, razón por la cual cumplió diez años de cárcel.

Ataque ortodoxo al Orgullo en Jerusalén, terminó en muerte
REUTERS/Amir Cohen

Según medios locales, Schlissel había publicado una carta previa al ataque en la que declaraba que “es la obligación de cada judío librar su alma del castigo y detener el próximo jueves esta gigantesca profanación de Dios”.
En declaraciones al Times of Israel, el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, hizo públicas sus condolencias a la familia de Banki y condenó el crimen de odio:

“El asesinato en la Marcha del Orgullo, en las calles de Jerusalén es un acto criminal y no dejaremos que alcance sus objetivos. Continuaremos permitiendo la libre expresión de todos en la ciudad, continuaremos apoyando a todos los grupos y comunidades en la ciudad y a Open House (Organización LGBT). Continuaremos educando en cuanto a aceptación por otros y tolerancia en el sistema educativo y estas acciones repugnantes no lo impedirán”.

Por su parte, el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que “Shira fue asesinada porque apoyaba con valentía la idea de que todos tienen el derecho a vivir sus vidas con dignidad y seguridad. – No permitiremos que este aberrante asesinato debilite los valores sobre los que la sociedad israelí se ha basado”, y agregó: “Vamos a encargarnos del asesino con todo el poder de la ley”.

Así pues, con la completa protección de la policía, Open House y cientos de asistentes salieron a protestar bajo el eslogan “El amor siempre gana”, y organizaron un funeral simbólico para Banki en la noche del 1 de agosto.

Sara Kala, su directora ejecutiva, dijo: “Estamos en Jerusalén y nos quedaremos en Jerusalén – contra la violencia, vamos a protestar; contra la provocación, vamos a educar; contra el odio, vamos a amar”.

El pasado 3 de agosto la familia organizó un funeral privado y cerrado a los medios de comunicación en Kibbutz Nahshon, pero publicaron la siguiente declaración:

“Nuestra encantadora, feliz, vivida y querida Shira de 16 años fue asesinada sólo por ir a apoyar el derecho de sus amigos y cualquier persona a vivir sus propias vidas – Y su vida se acabó sin ningún otro propósito diferente a la estupidez, la maldad y osadía”.

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