Alemania prohibió las ‘terapias de conversión’, resaltando que la homosexualidad no es una enfermedad y las mismas carecen de base científica.
El conservador Jens Spahn, actual ministro de salud de Alemania, fue quien lideró la elaboración de la ley que prohíbe la promoción y generación de métodos que dicen “curar” a homosexuales.
La canciller Ángela Merkel explicó que este tipo de prácticas “no cuentan con base científica y causan daños psicológicos”, por eso en la tramitación de la ley por parte del gabinete de gobierno se logró extender la nueva medida a menores de edad tanto homosexuales como trans.
“El objetivo del gobierno es proteger el derecho de las personas a la autodeterminación sexual”, señaló Steffen Seibert, portavoz del gobierno alemán.
La medida penaliza también el uso de “amenazas, presión e información erronea” para forzar a adultos para acceder a estas ‘terapias’ contra su orientación sexual. Acarreando multas de hasta 300 mil euros o incluso la cárcel.