Por su baja participación fue invalidado el referendo que buscaba lograr la prohibición del matrimonio igualitario en Rumania.
Luego de haberse cerrado los puesto de votación el pasado domingo 7 de octubre, el acumulado de boletas sumaron un aproximado al 20 por ciento identificando un número mucho más bajo del requerido del 30 por ciento de los necesarios para dar aprobación a este referendo.
Este referendo buscaba como una medida de grupos anti-LGBT y religiosos cambiar el lenguaje que define el matrimonio en la constitución, desde los “cónyuges” neutrales hasta la unión entre un hombre y una mujer.
“Fallo masivo para el referéndum anti-LGBT en Rumania esta noche, ya que la participación se detiene en aproximadamente el 20%. Fue una gran bofetada para los políticos, pero también para la Iglesia ortodoxa, que demostró que no puede movilizar a las personas como se temía antes. Una victoria inesperada masiva para la Rumania progresiva “, tuiteó Razvan-Victor Sassu, Presidente y Fundador de la Asociación de Iniciativas Jóvenes de Rumanía
Estos resultados demuestran que los Rumanos no secundan estar divididos y verse obligados a odiarse, una victoria que exalta la democracia Rumana además dando a entender que los rumanos rechazan con ello la participación de la Iglesia ortodoxa en los asuntos seculares del estado.
Rumania solo despenalizó la homosexualidad en 2001 y es uno de los pocos países de la Unión Europea que no ofrece ningún tipo de derecho legal a las parejas del mismo sexo, sin embargo, ahora algunos rumanos LGBT + creen que el resultado del referendo podría estimular la lucha por el reconocimiento de los mismos.
“Este resultado es una ganancia para la comunidad LGBT +. Esto nos dará el coraje para pedir una sociedad civil”
A pesar de las intenciones de los grupos anti-LGBT, un reciente fallo del Tribunal Constitucional de Rumania a fines de septiembre está haciendo que el objetivo de reconocer las uniones civiles sea más factible que nunca. El tribunal declaró que las parejas del mismo sexo merecían una vida privada y familiar, al igual que las personas heterosexuales, agregando que también deberían disfrutar del “reconocimiento legal y jurídico de sus derechos y obligaciones“.
A esto, los defensores del referendo no ven el acontecimiento como una derrota, sino como una ratificación de que el voto cristiano existe y que la próxima vez lograran el triunfo.