Hace algunos días se me ocurrió postear en mi página de Facebook una imagen en la que aparecía un chavo con abdomen de lavadero “six pack” y otra de un TON cuarentón con pancita peluda. Mi pregunta fue: ¿Qué prefieren, abdomen de lavadero o pancita peluda?
Esto tenía un objetivo muy claro, demostrar que el estereotipo gay está cambiando. Y no me equivoqué, ¡la imagen tuvo más de 600 likes y casi 300 comentarios! Más del 90 % respondió: “pancita peluda”.
¿Qué no se suponía que el estereotipo gay era “estar mamado, ser musculoso y vivir en el gym?
Los tiempos cambian y definitivamente las prioridades de los TONES (30-tones, 40-tones, 50-tones…) cambian también. Nos interesan cosas distintas que cuando teníamos 20 años, pero ¿será que el aspecto físico de verdad ya nos importe tanto?
No voy a mentir, yo prefiero un abdomen de lavadero peludo ¿y ustedes?
Lo más interesante fue la explicación que mucha gente dio al respecto. Muchos pensarán que los gorditos maduros fueron los que principalmente prefirieron las pancitas peludas pero no. La opinión fue generalizada. ¿A qué se deberá esto? ¿Serán los osos los nuevos sex-symbols?
Aquí les dejo algunas opiniones:
Creo que todo es generacional, esto demuestra que todo en esta vida es cíclico. El prototipo de belleza, tanto masculina como femenina ha cambiado considerablemente con el paso del tiempo y lo seguirá haciendo.
La mayoría de los seres humanos siempre tendemos a ir en contra de lo establecido, somos rebeldes por naturaleza. Hace 90 años los cuerpos que se consideraban más bellos eran gruesos, carnosos, hace 10 años los cuerpos perfectos eran extremadamente delgados en las mujeres y musculados al extremo en los hombres. Hoy todo empieza a cambiar de nuevo.
Ahora, lo maravilloso de llegar a la edad de los TONES es que ya nos cuestionamos las cosas, ya no vivimos tanto de la apariencia, o por lo menos nuestras decisiones no las tomamos en base a la opinión de los demás.
En cierto sentido somos más libres. Y es que si la edad, si los años no nos hacen más libres estamos jodidos. Aquí hay de dos: o en el camino obtienes comprensiones y esto te relaja o coleccionas miedos e inseguridades y eso obviamente te da en la madre.
La vanidad siempre estará presente en muchos de nosotros y yo personalmente lo considero muy sano siempre y cuando no se lleve al extremo, siempre y cuando el cuidarnos nos de seguridad y nos ayude a sentirnos mejor. Pero ojo, hay gente que no disfruta el verse bien, lo sufre.
Cada cuerpo, cada persona somos distintos. Lo importante es no compararnos jamás y tan solo lograr la mejor versión de nosotros mismos.
La salud siempre será lo primero y una buena alimentación siempre se verá reflejada en nuestro cuerpo y nuestro estado de ánimo.
La belleza cuesta pero la felicidad también. Depende del autocontrol que tengamos, de la fuerza de voluntad no solo para no comer comida chatarra, sino para dejar de hacer lo que sabemos nos perjudica y aprender a tomar las decisiones que sabemos nos llevarán a un mejor lugar en nuestra vida.
Empecé un poco superficial y ya me estoy poniendo intenso, así que mejor me despido por esta ocasión y los invito a disfrutar su vida, su cuerpo y también, ¿por qué no? el de los demás. Ja, ja.
Me encantaría que dejaran sus comentarios al respecto.
¿Qué prefieren ustedes, abdomen de lavadero o pancita peluda? ¿ Por qué?
¿Será que sin pelos no hay paraíso? ¿Y los lampiños?
Los invito a seguir mi pagina en Facebook para seguir con este tipo de temas, preguntas y curiosas respuestas.
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