La Corte Constitucional egipcia le dio el poder al Ministerio de Interior de prohibir el derecho de ingreso al país a cualquier persona homosexual, al igual que deportarlos si lo considera necesario. El fallo dictado el pasado 14 de abril se originó tras la demanda de un hombre libio gay al que en el 2008 le negaron la entrada a este país por su condición.
El estudiante, quien permanece anónimo, apeló a esta decisión pues esperaba terminar sus estudios en la Academia Árabe de Ciencia, Tecnología y Marítima. El Ministerio denegó su acceso apelando a su intención de “proteger el interés público y religioso de los valores sociales”.
Un caso nunca antes visto, a pesar de la precaria condición de los derechos de la comunidad LGBT en el país africano. Actualmente, su legislación no tiene leyes antigay como tal, pero cualquier personaje que sea señalado de homosexual puede ser condenado bajo el cargo de “libertinaje” explícito en los artículos del 1 al 15 de la Ley 10 de 1961 que busca combatir la prostitución. De esta forma, indirectamente, el país lo considera ilegal y punible con condenas que van desde los tres meses, hasta los tres años.
Según el portal Equaldex, el 95% de la sociedad egipcia no está de acuerdo con que esta situación cambie, lo cual se refleja en las preocupantes noticias que han llegado de allí en los últimos meses.
El 26 de febrero, la policía egipcia contactó y engañó por medio de redes sociales a siete jóvenes trans, para luego arrestarlos y condenarlos bajo el cargo de libertinaje. Poco antes, el 10 de diciembre se llevó a cabo una redada oficial en un sauna gay que culminó en el arresto de 33 hombres, entre ellos el dueños y los empleados del local.
Pero no es todo. En noviembre de 2014, la policía inició la investigación de una boda gay, tras ver fotos en redes sociales, y terminó condenando a otras ocho personas. Esta acción, fue condenada por Human Rights Watch argumentando que se trataba de una “persecución” a los homosexuales.
¡UN PAÍS MENOS EN EL MAPA QUE SE PIERDE NUESTRAS VACACIONES! Mejor visitemos a sus vecinos, Tel Aviv en Israel, un paraiso gay.