Siempre me he caracterizado por ser un buen conversador, incluso, he considerado que a lo largo de los años esta habilidad se ha convertido en uno de esos haz bajo la manga que decido utilizar a la hora de abordar a aquellas personas que por uno u otro motivo han despertado mi interés. No obstante, hace un par de semanas ocurrió una situación particular. Luego de sutilmente insistir, pude concertar una cita con un chico que me roba el aliento. Debo confesar que me sentía preocupado, de mi mente se apoderó la posibilidad de no tener, como resultado de la ansiedad, las palabras o el discurso para poderle llegar. No obstante, luego de una corta caminata que precedió a un saludo lánguido y tímido, las palabras comenzaron a fluir y tuve, tal vez, una de las conversaciones de mayor conexión que, en meses, haya podido experimentar.

¿Por qué? La respuesta la hallé en medio de mi rutina de lectura en las mañanas, la cual acostumbro realizar al llegar a la oficina. Por casualidad conocí los resultados de una investigación llevada a cabo por expertos de las Universidades de Stanford y Santa Clara, en Estados Unidos, la cual constató que somos mucho más creativos y fluidos en el lenguaje cuando damos un corto paseo. Los estudios comprobaron que al menos un 81% de las personas que participaron de la investigación experimentaron un aumento en su creatividad cuando caminaron sobre una cinta andadora. Y uno de los factores que creen contribuyó a esta mayor creatividad es que cuando caminamos nos volvemos más habladores y asociamos mejor las ideas.

Respuesta creativa

Caminar: Respuesta creativa

“Todas las verdaderas buenas ideas se concibieron caminando”, dijo el filósofo Friedrich Nietzsche. Los investigadores que realizaron este trabajo decidieron averiguar cuánto de cierto hay en esta afirmación. El estudio, que fue publicado en el Journal of Experimental Psychology,consistió en pedir a unos 40 voluntariosque dieran usos alternativos a objetos comunes, como por ejemplo unas pinzas de depilar, un botón o el ojo de una muñeca. Marily Oppezzo, la profesora de psicología de la Universidad Santa Clara que lideró el estudio, definió como “respuesta creativa” a todas aquellas que fueran tanto apropiadas como originales.

Resultados

En un primer experimento, los participantes completaron una prueba de creatividad de cuatro minutos tanto sentados como caminando en una cinta andadora. Y los resultados demostraron que aquellos que hicieron la prueba caminando no sólo hablaban más sino que aportaron más ideas y demostraron una mayor creatividad.De tres pruebas que se realizaron con voluntarios tanto sentados como caminando, se comprobó que un 81%, 88% y 100% fue más creativo dando un paseo.

Hablamos más

“El aumento significativo del habla al caminar”, afirma Oppezzo, quien añade además que la actividad de caminar también podría haber “incrementado la facilidad con la que se activan memorias asociadas, por ejemplo, relajando la competencia inhibidora entre memorias y permitiendo a ideas con menores niveles de activación salir a la superficie”. Para comprobar que estos resultados no se debieron a las características particulares de los voluntarios que participaron en el experimento, se pidió a algunos de ellos que realizaran la prueba dos veces sentados. Pero la creatividad no mejoró la segunda vez. Para los escritores o creativos que están pasando por un momento de estancamiento creativo, la solución parece estar al alcance de la mano… o de los pies: nada mejor que salir a dar un paseo alrededor del vecindario. El descubrimiento no es nuevo ya que son muchos los creativos que hablan de las virtudes de la caminata, y hasta revelan que las mejores ideas se les ocurrieron justamente en esos momentos. En la historia hay caminantes famosos como Tchaikovski que salía dos horas diarias sin importar el estado del tiempo o Nietzsche, quien dice haber llegado a sus pensamientos más profundos e intensos durante una caminata. Y volviendo a mis temas de conquista y sobre los resultados de aquella amena y creativa charla, la verdad aun no tengo respuesta. Tal vez sea que mi contraparte aun sigue divagando entre sus ya acostumbradas caminatas mañaneras, una forma creativa de darme el si o darme el no… ¿Quién sabe?

Caminar para ser más creativo y seductor

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