Si, confieso que soy una persona bastante vanidosa pero también tengo mi lado profundo. Me gusta sentirme bien en todos los sentidos y pues la apariencia cuenta. Primero los españoles nos fregaron todo el oro a cambio de espejos y ahora nos la pasamos consiguiendo oro para no vivir peleados con los mismos espejos. ¡Qué ironía! O más bien ¡Qué mal negocio! Hasta el día de hoy seguimos pagando…
De niño fui muy gordo, la verdad es que me comía todo lo que se me ponía enfrente. A los 13 adelgacé demasiado (por eso quedé chaparro), fui anoréxico. Pero esto lo supe ya de grande. Mis papás no se dieron cuenta porque me fui de intercambio a L.A California y ahí sucedió todo. Yo ni sabía que existía la anorexia pero viví todos los síntomas. Afortunadamente la libré y al regresar a México comencé a hacer ejercicio. Mi mamá era demasiado vanidosa y pues yo salí a ella.
Desde chavo me gustó cuidar mi alimentación y casi siempre preparé yo mismo mi comida, aprendí y me gusta cocinar. Hoy lo agradezco porque gracias a eso me hice de buenos hábitos alimenticios. Y es que de jóvenes podemos hacer casi de todo, el cuerpo nos lo permite y no nos lo cobra, pero ya entando al club de los TONES (30-tones, 40-tones, 50-tones) la cosa cambia. Ahora, este no es ningún pretexto para empezar a engordar y perder la gracia por todos lados. Porque sí, la mayoría de los TONES pone a la edad de pretexto para explotar y ensancharse como palomita en microondas.
Estos datos son interesantes:
Según especialistas en EE.UU, el metabolismo se basa en tres aspectos principales:
La herencia (la genética), el funcionamiento de la tiroides y la masa muscular.
Resulta que el día que cumplimos los 30 celebramos la experiencia de vida pero empezamos a lamentar que el músculo va a la baja. Sí, es cierto pero es mínimo. De los 30 a los 35, los hombres empezamos a perder músculo pero a una velocidad del 1% al 2% por año. Nada por lo que no podamos trabajar un poquito más para mantener nuestras carnes en su lugar.
Mientras menos haya músculo, menos calorías necesitamos consumir. Digamos que necesitamos del 5% al 7% de calorías menos cada que saltamos de década. O sea, agarrémosle más cariño a la verdura, (yo siempre le he tenido mucho amo) y también a la fruta.
Es una realidad que los niveles de testosterona bajan, pero esto no sucede de manera tan drástica. De los 30 a los 35 solo baja un 5%.
Para los que ya estamos trepados en el 4to piso, o sea, para los 40-TONES, la producción de testosterona disminuye en un 10% cada 5 años. O sea, los 50-TONES ya solo producen el 60% de la hormona que producían a los 20.
Pero no es nada trágico, chamacos. Todo va envejeciendo evolucionando de forma natural y al mismo tiempo. Que no nos digan ni nos cuenten los de 50 que tienen la misma energía y aguante para rechinar el catre que a los 20, cuando uno rechinaba 20 catres a la semana.
Con los años uno va poniendo sus… “prioridades” en otro lado y en otras cosas. Claro, porque dicen que con los años se cuelgan, por lo que empezamos a mostrar y vender la mercancía de diferente manera, digamos que madamas la cambiamos de aparador. Pero ¿apoco no es muy bonito cambiar el “vaso rojo” de la fiesta y el “rave” por una bonita “copa de vino” en un bar o en la sala de la casa? (donde las luces de las velas y la luna nos favorecen bastante).
Lo que sí es un hecho es que pasados los 30 uno tiene que empezar a invertir en la salud, en la alimentación, y no nada más en los trapitos. Porque si queremos que nos los sigan arrancando con pasión, pues lo de abajo tiene que seguir apetitoso.
En conclusión, la causa por la que el cuerpo de los TONES llega a cambiar drásticamente no es por la edad , sino por el estilo de vida y los hábitos alimenticios.
Después de los 30, la gente se llena de estrés con su vida sedentaria de oficina y empiezan a darse demasiados “gustitos” con la comida. Obviamente esto trae consecuencias. El no mover ni un dedo y el practicar el levantamiento de “tarro chelero” a cada rato, deja a la gente como el mismísimo barril del que sacan la cerveza.
Los 30-TONES deberíamos tener muy claro que el gimnasio, el ejercicio es nuestro mejor aliado. Pero no nos engañemos, con pagar un mes de gym no vamos a quemar lo que nos empacamos en años.
Lo ideal es acercarnos a un entrenador, a un nutriólogo, proponernos bajar grasa y subir músculo. Es bonito que se mantenga el mús-culo bien formado.
Así que dejemos de culpar al metabolismo, a la edad y mejor comencemos por cambiar nuestros hábitos alimenticios y llevar una vida más saludable.
Ojo 1: El alcohol no nos cae igual a los 20 que a los 40, así que cuidado.
Ojo 2: El cigarro, el alcohol y las drogas siempre envejecen y a veces pueden dejarnos bien idiotas.
Lo mejor es vivir y disfrutar cada etapa de nuestra vida con intensidad para ir madurando y cambiando nuestras inquietudes y necesidades de forma natural con el paso del tiempo.
Ah, les tengo una buena noticia: ¡Los TONES estamos de moda!
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