Las supuestas declaraciones del Papa Francisco a una víctima de abuso sexual clerical anteponen el amor, la compresión y el respeto antes los miles de años de señalamientos, discriminación y juzgamiento religioso.
Juan Carlos Cruz, una víctima de abuso sexual, pasó tres días con el Papa Francisco el pasado mes de abril en el vaticano. Cruz y el Santo Padre reflexionaron sobre su sexualidad y abuso a manos de un sacerdote chileno.
“El me dijo: Juan Carlos, que tú seas gay no importa. Dios te hizo así y te ama así y a mi no me importa. El Papa te ama así, tienes que ser feliz con quien eres” – describió Cruz para la CNN.
Las palabras del máximo Jerarca de la Iglesia Católica se apartan de las doctrinas que por siglos su religión ha enseñado, señalando la homosexualidad como un comportamiento “antinatural, desobediente y desordenado”.
Los cristianos auténticos no tienen miedo de abrirse a los demás, de compartir su espacio vital transformándolo en espacio de fraternidad.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 25 de abril de 2018
No es la primera vez que el Papa Francisco muestra una visión tolerante sobre la homosexualidad, recordemos que en 2016 dijo a reporteros que personas gais “no deberían ser discriminadas, deberían ser respetadas y acompañadas pastoralmente”.
El Papa Francisco sigue rompiendo paradigmas e ideas que se concebían inimaginables para su iglesia. El acercamiento a la población en general lo han identificado como un verdadero líder que sin importar trabaja por aceptar y valorar todo lo que para él es humano.