¡Bienvenido VJ Dexter a egoCity!
Despierto un día en Medellín, y la brisa en mi balcón me embriaga de optimismo.
Las vivencias de un emigrante venezolano pueden ser narradas con palabras grotescas, pero ese no es mi caso. Terminó el letargo que viví en Venezuela, y la sensación remanente es una de posibilidades, de retomar proyectos y ganas de cambiar las cosas. La buena fortuna me trajo a un paisaje hermoso, y su gente ha sido muy afable y comprensiva. El paisa puede estar pasando por un tiempo difícil, pero no se desanima y sigue mostrando su sonrisa.
Me entusiasma observar como los «paisas», el Estado Colombiano y la Alcaldía de Medellín tienen adelantadas ciertas políticas públicas para la población LGBT, que con toda seguridad han sido conquistas tras largas luchas. Desde que fue aprobado el matrimonio igualitario, se han realizado más de 600 uniones en todo el país, y Medellín es unos de los municipios de mayor número que en cualquier otro del territorio colombiano.
Sin embargo, aún hay mucho por hacer, sobre todo en términos de visibilidad, respeto y tolerancia. Acostumbrado como estoy a nadar contra la corriente, estoy empezando a estirar mis músculos de activista LGBT, que estaban entumecidos todos estos años en mi país, de tanta brazada sin ver la orilla. Aquí me siento de nuevo como un jovencito de 15 años, y veo renacer una ilusión, una idea que tenía engavetada y agarrando polvo.
Hace cierto tiempo empecé a compilar trabajos audiovisuales de artistas musicales LGBT desconocidos (bien sea porque son independientes o porque no logran destacarse en medio de la estridencia que satura nuestros medios, el Internet y las redes sociales). Por razones técnicas y económicas – y también políticas- había postergado mi deseo de realizar de forma periódica un streaming de estos videoclips en versiones remix, en un dance-session completo. Es así como nace ‘LGBT+ CLUB’, y espero que en su madurez pueda convertirse en una ventana para destacar el talento creativo de estos músicos de todo el planeta.
Colombia no es la excepción de un patrón mundial que se observa en temas LGBT, incluso en países de Europa o Norteamérica. Somos miembros especialmente vulnerables de nuestras sociedades, sobre todo en la juventud. Crecemos en ausencia de referentes positivos, acosados por la intolerancia y una moral religiosa que trata de invisibilizarnos.
Nuestra autoestima sufre durante buena parte de nuestra adolescencia, y a veces quedan heridas que no sanan. Pero también somos talentosos, fuertes y diversos, rompemos el molde porque no tenemos opción. Nos toca demostrar con vehemencia que el amor es la cosa más espontánea que tiene la raza humana, y que la diversidad forma parte de su naturaleza. He aquí un servidor de la causa, dispuesto a construir con palmas y cocos, una casa para los náufragos, los jóvenes LGBT sedientos de referentes positivos e ilusión.
Muy pronto podrás vivir la experiencia ‘LGBT+ CLUB’ gracias a esta plataforma, egoCity.