Las pruebas en fase IIB demostraron que esta droga aplicada cada ocho semanas tiene la misma efectividad que la toma diaria de medicina por vía oral para mantener la carga viral indetectable  

Dos drogas de largo efecto combinadas en una sola inyección para aplicar cada ocho semanas demostraron ser igual de efectivas que los antirretrovirales (ART) tomados por vía oral para mantener la carga viral indetectable de los 309 pacientes con VIH que participaron en el estudio de 32 semanas, de fase IIB, realizado por Johnson & Johnson y GlaxoSmithKline.

La inyección se compone de rilpivirine (manufacturada por Janssen) y cabotegravir (manufacturada por ViiV). Ambas drogas se encuentran individualmente como componentes de edurant y dolutegravir, respectivamente, ART que se utilizan actualmente en pacientes positivos. No obstantes, aplicadas de esta forma ofrecen una nueva alternativa hasta el momento efectiva, aunque todavía resta una investigación más extensa.

El estudio llamado LATTE 2 juntó a 309 adultos con VIH que ya tenían controlado el virus en niveles de carga viral indetectable por el medio tradicional de vía oral. Estas personas se dividieron en tres grupos: unos recibieron la inyección cada ocho semanas (bimensual), otros cada cuatro semanas (mensual) y otros continuaron tomando la dosis diaria de pastillas.

Entre los que recibieron la inyección bimensual se encontró que un 94% pudo seguir indetectable, quienes la recibieron mensualmente subieron a un 95%, mientras quienes continuaron su tratamiento inicial llegan al 91%.

De todo el estudio solo dos personas enfrentaron fallas virales, lo que quiere decir que su carga viral dejó de ser indetectable. Un paciente que recibió la inyección bimensual y uno que continuó tomando pastillas.

Por lo tanto, esta inyección puede ser una respuesta a uno de los mayores enemigos del bienestar de las personas VIH positivas, el cual es la adherencia al tratamiento, o sea, el cumplir con la dosis diaria de medicamentos.

El único inconveniente que se presentó relacionado con la inyección es que la mayoría de las personas (93%) reportaron sentir dolor en el lugar de la aplicación, razón por la cual dos pacientes se retiraron del estudio.

Gracias a estos resultados, se espera que la fase III del estudio comience en 2016. Al respecto, el doctor John C. Pottage Jr. de la farmacéutica ViiV, afirmó en un comunicado de prensa que los hallazgos son “prometedores” y que están “ansiosos” por iniciar la última etapa.

Si la fase III concluye de la misma manera, se espera que el medicamento esté al alcance del público para el 2020.

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