Ellen Page se ha convertido en uno de los rostros populares que más ha defendido los derechos de la población LGBT y más con su producción del 2016 “Gaycation”.
Ella misma se ha puesto como ejemplo en varias ocasiones por la discriminación que siente tras haberse reconocido lesbiana y lucha contra ello para que otros no pasen por lo mismo.
La última forma que ha encontrado de hacerlo ha sido a través de una colaboración con Vice, el canal de documentales junto al que creó ‘Gaycation’ en el 2016, una serie sobre la realidad de nuestra población en diversos países del mundo, una visión global de lo que gays, lesbianas o transexuales viven a diario y que, por lo general, es bastante diferente a lo que la propia actriz ha conocido.
El documental se empezó a emitir hace un año y consta de nueve capítulos (dos temporadas de cuatro y un especial) aunque no hay noticias sobre si alcanzará una tercera temporada. Se ha convertido en un reflejo actual de lo que viven día a día las personas con una orientación sexual que no es la estandarizada y que, en ocasiones, les convierte en enemigos de la iglesia o del poder. Esto les lleva a ser estigmatizados, perseguidos, amenazados y agredidos.
En el recorrido de ‘Gaycation’, Ellen Page se une a Ian Daniel, su mejor amigo y también homosexual. Juntos recorren India, Japón, Jamaica, Ucrania o Francia para dar una visión real de cómo es el día a día en estos países para una persona no heterosexual cisgénero.
La realidad es muy distinta entre uno y otro sitio, incluso en Estados Unidos, donde existen grandes diferencias entre estados.
Sin embargo, como no podía ser de otra manera, el lado humano tiene un gran peso en el documental, tanto para los protagonistas como para Daniel y Page, a la que vemos emocionarse en varias ocasiones. Incluso llega a rememorar cómo fue su salida del armario y lo que supuso para ella.
Page llegó a declarar que a las grabaciones de ‘Gaycation’ iban “con el corazón y la mente abierta, para aprender”. Y una de esas lecciones que da este documental es que, al margen de la legislación que pueda haber en cada país, queda claro que la sociedad es cruel y tiene miedo a lo diferente, con indiferencia del país en que se esté y que aún queda mucho por andar para alcanzar la igualdad para nuestra población diversa.