Se lanzó en Colombia el documental “GÉNERO BAJO ATAQUE”, en el cual se logra revelar la estrategia de odio que grupos radicales religiosos y políticos llevan a cabo en contra de los derechos humanos.
El objetivo que grupos radicales religioso y políticos electorales han tenido a lo largo de América Latina es inestabilizar la región oponiéndose al avance de los derechos sexuales y reproductivos, así como dar marcha atrás a los derechos de las personas LGBT, entre ellos la educación sexual en los colegios, el reconocimiento legal de todas las tipologías de familia y el reconocimiento de los derechos de las personas trans.
Debido a esto se desarrolló el documental “Género bajo ataque”, una producción audiovisual que muestra los fundamentos, estrategias y actores tras estas movilizaciones que aprovechan la preocupación y temores genuinos de los padres de familia por los derechos de los niños, usados en sus campañas, todo con el fin de difundir odio y movilizar prejuicios contra las personas LGBT.
No es un hecho aislado, no es un movimiento religioso, no es un movimiento por los derechos de los niños, es una ESTRATEGIA POLÍTICA para dar marcha atrás los derechos a la igualdad, vida digna y libre de violencia y discriminación de las mujeres y personas LGBT en el mundo. Así lo demuestra el director del documental, el peruano Jerónimo Centurión, con este trabajo audiovisual desarrollado en Costa Rica, Colombia, Brasil y Perú.
“Género bajo ataque” explora este movimiento en marcha en cuatro países donde la coyuntura política, los procesos electorales, los avances en los contenidos educativos y hasta un referéndum para acabar con un conflicto armado han sido puestos en riesgo. En su lugar se están instalando peligrosas divisiones sociales basadas en la desconfianza y el miedo. Consignas de odio, desinformación y manipulación basadas en argumentos falaces y carentes de evidencia que se masifican por encima de discursos democráticos que proponen una sociedad donde todas las diferencias quepan y no se privilegie un único modelo de ser humano.
El documental muestra ejemplos del accionar de estos grupos en cuatro países: Costa Rica, por ejemplo, estuvo a punto de elegir a un pastor evangélico ultraconservador y homofóbico como presidente, quien amenazó con salirse de la OEA si insistían en respaldar el matrimonio igualitario. En Perú, analiza la creciente violencia contra la mujer y las presiones políticas de grupos evangélicos, aliados al fujimorismo, que buscan acabar con el enfoque de género en las escuelas. En Brasil explora un contexto donde los conservadores han sacado del currículo nacional de educación la palabra Género y acaba de ganar la presidencia el político más conservador y fascista de su historia. Y en Colombia, cómo grupos radicales religiosos contribuyeron a que el NO ganara en el plebiscito por la paz que pretendía terminar con 50 años de conflicto con las guerrillas de las FARC.
Se trata de una producción que da evidencia de cómo las acciones de estos grupos responden a un trabajo coordinado con fuerzas opositoras a la democracia. También identifica que detrás de estas coordinaciones existe un pacto, una alianza entre la iglesia católica y las más importantes iglesias evangélicas, instituciones que fueron rivales durante siglos, pero que se han asociado para llegar al poder político y, desde allí, frenar el reconocimiento de derechos a las mujeres y la personas LGBT.
