Una nueva religión se suma a la igualdad. La Iglesia anglicana de Canadá ha aprobado la celebración de bodas religiosas entre personas del mismo sexo.
La decisión se produce un año después de que la Iglesia episcopaliana, rama estadounidense de la confesión anglicana, hiciera lo propio. La aprobación del matrimonio religioso igualitario por los anglicanos canadienses no ha estado exenta de polémica, al haberse tenido que hacer un segundo conteo de los votos después de que contra todo pronóstico se anunciase, tras el primer recuento, que la propuesta de cambio había sido derrotada por un solo voto.
La decisión de modificar el canon matrimonial para incluir a las parejas del mismo sexo es competencia del Sínodo General, que cuenta con tres órdenes: la episcopal, la del clero y la laica. En cada una de las tres órdenes era preciso que la decisión contase con mayoría de dos tercios. Tras el primer recuento, dicha mayoría se alcanzó tanto entre los obispos como entre los laicos, pero en el caso de la orden del clero se anunció que el resultado, aunque favorable al matrimonio igualitario, había quedado un voto por debajo de los dos tercios.
La noticia pilló desprevenidos a los participantes en el Sínodo, a muchos de los que no les cuadraban las cifras, especialmente cuando algunos se dieron cuenta de que había discordancia entre el voto registrado electrónicamente y el que se había distribuido en papel.
Finalmente se procedió a un segundo recuento, en el que ya quedó claro que sí había mayoría suficiente. Ante la confusión suscitada, la Iglesia anglicana de Canadá ha emitido un comunicado oficial, que puede leerse en su web, en la que explica detalladamente lo sucedido para que no quede sombra de duda.
La Iglesia anglicana de Canadá es la tercera confesión religiosa del país, después de la Iglesia católica, cuya oposición al matrimonio igualitario es sobradamente conocida, y de la Iglesia Unida de Canadá (United Church of Canada), que por el contrario destaca por su inclusividad (celebra bodas entre personas del mismo sexo y de hecho tuvo al frente a un pastor abiertamente gay, Gary Paterson, entre 2012 y 2015)
Este nuevo paso acrecentará las tensiones y amenazas de ruptura formal de la Comunión anglicana, cuyas iglesias mantienen posturas absolutamente contrapuestas en materia LGBT.