Una campaña que tomó lugar en Ecuador permitió abordar a la iglesia católica y a la población LGBT desde una unidad basada en el amor.
Un grupo de 18 jóvenes ecuatorianos se unieron para darle vida a una idea que nació hace dos meses en una clase de publicidad de la Universidad San Francisco de Quito, y que se ha transformado en una movilización mediática a la cual se suman ya muchas personas.
El domingo 22 de abril, los jóvenes universitarios se acercaron a las diferentes iglesias llevando con ellos la promoción de su campaña, la cual lleva por nombre “El amor nos une”.
Este ejercicio consistió en llevar puestas camisetas de color blanco, seguido del acto de “darle la paz” a las personas que allí estuvieran, los creyentes.
Con folletos en formato de misario se hizo un llamado también a las personas a conocer esta propuesta, basándose en la misma biblia para demostrar que el gran valor que une tanto a los feligreses como a la población diversa es: el amor.
Este librillo que lleva en su portada la imagen de la paloma, símbolo de la paz, y en sus alas resalta a su vez el despliegue de colores correspondientes a la bandera del orgullo, refleja la unificación de todas esas ideologías en una.
El proyecto ha traído tanto buenas como malas críticas al respecto y reacciones de todo tipo. Algunas inesperadas por parte de las personas católicas, padres, monjas y feligreses que se prestaron atentos, respetuosos y receptivos en su gran mayoría con esta labor.
Con ello, estos jóvenes dieron cuenta de que la sociedad aún vivía en abundante desinformación, por parte y parte, tanto la religiosa acerca del tema LGBT y viceversa.
Sin embargo, esta intervención social se resume en la misma satisfacción de generar una mayor conciencia no solo de la sociedad hacia la población diversa, sino, ahora abordando el respeto desde la religión como un ejercicio apto para la inclusión en estos espacios, algo que irá sumando logros con el tiempo, pero con esto ya se pone la primer piedra sobre la cual construir.