¿Deberían la discusiones sobre la adopción igualitaria girar en torno a los niños que tienen el derecho fundamental a tener una familia, o por el contrario ser una de las tantas banderas de la lucha de la comunidad LGBT?

En Colombia hay una cuestión, ¿se va o no a permitir que las parejas homosexuales adopten en el país? El 18 de febrero de 2015 la Corte Constitucional declaró que solamente en los casos en que el menor sea hijo biológico de uno de los padres, el otro puede seguir con el proceso de adopción cerrando la posibilidad de una adopción conjunta plena. Sin embargo, Sergio Estrada, director de la clínica jurídica de la Universidad de Medellín, instauró una demanda que no solo vuelve a abrir el debate, sino que cambia por completo su justificación.

La demanda publicada en su blog personal, señala que: “Si el objetivo de nuestro ordenamiento jurídico y de la normativa internacional es la efectiva protección del interés prevalente de los niños, las niñas y los adolescentes, representado en su derecho fundamental a tener una familia, negarles la posibilidad de que sean adoptados por una pareja homosexual implica una violación de sus derechos”, en referencia al artículo 44 de la constitución.

Alrededor del mundo la adopción por parejas del mismo sexo ha estado abanderada por los movimientos de la comunidad LGBT y es uno de los indicadores que se utilizan para medir cuánto han logrado trazar en su lucha por conseguir la igualdad. Una evidencia es que este derecho viene de la mano, por lo general, del matrimonio igualitario.

Sin embargo, Inglaterra, por ejemplo, es un país que también enfatizó el debate en el derecho de los niños y modificó el acta de Adopción y Niñez al eliminar la cláusula que exigía que una pareja debía estar casada para adoptar. A su vez, Sudáfrica, Brasil e Irlanda también guiaron la discusión en base de los derechos de los menores.

Entonces volvemos a la misma pregunta, ¿Se debería considerar un derecho de las parejas homosexuales o de los niños? La verdad es que el derecho es de ambos, ¿pero en la lucha por adquirirla cuál debe ser su eslogan? Si Colombia es capaz de darle los mismo derechos de las personas casadas a los gays con tal de que no se les llame matrimonio, ¿cuáles son las posibilidades que una sociedad así de conservadora permita cambiar el término “familia”? Probablemente, deshomosexualizar los debates en torno a la adopción puede ser la solución para alcanzar este derecho.

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