Hablando de salud, aunque la meta obviamente es protegerse para no contraer el VIH, hay otras salidas diferentes al pánico que puede invadir tu cuerpo cuando te enteras que tienes diagnóstico positivo – reactivo.
Lo más importante, como siempre lo hemos dicho, es hacerte el examen y saber tu estado, es más peligroso quien no se ha testeado y desconoce su estado de salud, que quien es portador pero lleva un tratamiento de control.
El sistema de salud en la gran mayoría de países del mundo tienen ya un protocolo establecido para el manejo de pacientes infectados con VIH, que se actualiza constantemente, por medio medicamentos antirretrovirales, los cuales actúan en el cuerpo a manera de protección disminuyendo la cantidad de carga viral en la sangre.
Si llevas un tratamiento controlado y consciente, además de unos hábitos de vida saludables, tu cuerpo podrá responder efectivamente y luchar en contra del VIH, de tal forma que llegues al estado de indetectable. La pandemia ya lleva más de 30 años acabando con muchas vidas, y es justamente este estado el que ahora está marcando un aparente final a los estragos del virus.
Perdámosle el miedo a hablar del VIH sin misterio, ni tapujos. Acabemos con los prejuicios y tomemos la responsabilidad de nuestra sexualidad:
¡El VIH no es sólo un tema de hombres homosexuales, mujeres trans, ni de población LGBT, es de cualquier persona con una vida sexual activa… Tomemos conciencia de lo que vivimos!