Desde egoCity tuvimos la oportunidad de hablar con Mateo Fernández, el colombiano que hizo parte de las virales fotografías con mensaje LGBT en Rusia.
Las fotografías de 6 personas recreando la bandera LGBT en las calles rusas se viralizaron en cuestión de horas en los principales medios de comunicación del mundo.
La movilización, denominada ‘Hidden Flag’ se convirtió en uno de los temas más compartidos del mundial, llevando la visibilización LGBT a un espacio mayormente machista y a un país que tiene relegada y sometida a la población diversa como Rusia.
Uno de estos 6 jóvenes fue el Colombiano Mateo Fernández, publicista, quien desde hace un tiempo vive en Europa.
Mateo, junto a Marta Márquez de España, Eric Houter de Holanda, Eloi Pierozan Junior de Brasil, Guillermo León de México y Vanesa Paola Ferrario de Argentina fueron quienes camuflaron, de forma ingeniosa y acorde el mensaje en pro de la diversidad en un país extremadamente homofóbico.
”Hay gente que vive en ese nerviosismo, con ese susto toda su vida” haciendo referencia al sentimiento constante que vivió en Rusia mientras caminaban conformando la bandera arcoíris con sus compañeros.
Mateo llegó al proyecto por un amigo de su trabajo, viajando a Moscú donde posteriormente conoció a los demás activistas para darle inicio a ‘Hidden Flag.’
Cabe resaltar que las fotografías de la campaña se publicaron después de que el grupo saliera de Rusia, los 6 chicos duraron 3 días en Moscú, siendo la única ciudad que visitaron.
En Rusia no tuvieron acercamiento con ningún grupo activista LGBT, solo una “pareja de niñas” contactadas previamente antes del viaje.
Mateo asegura que no vio una persona que él pudiese denominar como gay, nadie vestido de una manera particular, ni mucho menos personas del mismo sexo cogidas de la mano.
“Era un contexto de fútbol, había demasiados turistas, demasiadas personas, yo solo estuve tres días, yo tenía miedo porque había llegado con lo que había visto en los medios.”
“No vi una sola persona gay”
Mateo vivió una experiencia particular en el aeropuerto, fue detenido por las autoridades Rusas que lo mantuvieron bajo custodia, en una pequeña habitación por 15 horas.
No asume este hecho a su trabajo activista o a una indagación especial sobre su persona, más bien fue un hecho fortuito que se presenta en los aeropuertos al azar.
“Tenía nervios por lo que estaba haciendo”, pero sabía que si ellos no le preguntaban nada acerca de ‘Hidden Flag’ él tampoco tendría que decir o responder algo más allá.
En esas 15 horas no le hicieron preguntas sobre su orientación sexual, todo se enfocó en su instancia en Rusia.
Su teléfono y sus pertenencias fueron retenidas por 4 horas, las mismas que fueron devueltas tal cual las entregó.
De esta experiencia se lleva una gran lección de vida y sobre todo, un agradecimiento total con su vida, que ha sido tan libre como ha querido viviendo desde su identidad el mundo.
“Mi primer pensamiento fue de humildad y agradecimiento por haber tenido una vida como la que tengo, el segundo, con la viralización, fue muy gratificante… Nunca pensé que iba a ser al nivel al que llegó”
“Me han escrito personas de Rusia que me dan las gracias, se sienten apoyados, que por fin se dan cuenta que el mundo sabe por lo que están pasando… Nunca había hecho algo tan importante en mi vida.”
Aunque su estadía en Rusia fue una experiencia que le permitió percibir otra realidad y otro contexto social, no temería volver a hacer actos de esta índole, en otras circunstancias y de forma, quizá, más atrevida, porque como dice, con un cierto tono de orgullo: “El susto no le gana a la gratificación”.