A pesar de ser una postura poco común, la carta del Monseñor se ubica dentro de la línea erigida por el papa Francisco.
El pasado viernes 4 de mayo, la arquidiócesis ha reaccionado positivamente frente a las manifestaciones del Monseñor Paloschi Arzobispo de Porto Velho, Brasil en su carta de apoyo a la creación de un concejo LGBT en el estado de Rondonia.
“Uno de los papeles de la Iglesia es estar al lado de la gente de forma irrestringible y ecuménica, contribuyendo en la implantación de políticas públicas en toda su diversidad, independientemente de raza, color, sexo o religión”
La intervención de Monseñor Roque Paloschi, quien es también Presidente del Consejo Indigenista Misionero y forma parte del Consejo Pre sinodal del Sínodo de la Panamazonia, lo ha ubicado en una posición de valentía por encima de cualquier acto de crítica y descalificación dentro de la misma iglesia católica.
Acorde a la pronunciación del Papa ante una rueda de prensa en la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro que enfatiza en que “si una persona es gay, busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo, por caridad, para juzgarla?”
El consejo arquidiocesano insistió con referencia a la carta compartida por Monseñor, la importancia de reencender la esperanza, defender la vida y los derechos de las minorías dentro de la iglesia católica.
“Frente a la cultura del odio, somos llamados a promover la cultura de la paz y de la justicia” expresa Monseñor
Vemos así como desde el interior del mismo cuerpo arquidiocesano se comienza a tener mayor conciencia sobre el valor del respeto y la igualdad. Iniciativas provenientes de sus mismos representantes son aquellas sobre las cuales como población LGBT nos debemos sumar y hacer fuerza en la reconstrucción social en derechos humanos.