Sara Kelly Keenan es la primera intersexual legalmente reconocida en los Estados Unidos, se le permitió modificar su acta de nacimiento.
Keenan nació hace 55 años con una condición llamada Síndrome de Swyer, lo que hizo que desarrollara genitales femeninos, ADN masculino, y aparatos reproductivos internos mixtos. Las primeras tres semanas de su vida fue considerada un niño, e incluso los doctores le ofrecieron a sus padres la opción de reconstruir los genitales para hacerlos coincidir con su ADN. Su padre se negó al proceso y en la tercera semana de vida, en su acta de nacimiento era identificada como mujer.
Sus padres y equipo médico decidieron mantener su condición intersexual oculta, vivió toda la vida sin saberlo. Cuando en su adolescencia le hicieron una intervención quirúrgica para remover tejido gonadal sin desarrollar, y empezó un tratamiento de hormonas femeninas, se le explicó que la cirugía era para remover parte de sus ovarios que no se habían desarrollado propiamente, y que el tratamiento era porque ser “una niña que no podía producir hormonas”. Keenan nunca supo lo que era, siempre sintió que algo era diferente en ella.
Siempre supe que era algo más que lo que los niños eran, y algo más de lo que las niñas eran, pero no sabía qué era. Yo pensaba que estaba sola en el mundo con lo que fuera que esto fuese.
En 2012 el padre de Keenan decidió confesarle la verdad, y desde entonces ha estado luchando en pro de la visibilidad de la comunidad intersexual en el mundo. De hecho, en septiembre del año pasado, Sara se convirtió en la segunda persona del país, y la primer persona de California, en cambiar su sexo legalmente de “mujer” a “no binario”.
El pasado 5 de enero Sara volvió a hacer historia al recibir su nuevo certificado de nacimiento, emitido por el Departamento de Salud e Higiene Mental de la Ciudad de Nueva York, en donde su sexo estaba definido como “intersexual”.
Intersex Society of North America ha estimado que aproximadamente 1 en 2,000 bebés nacidos es intersexual, por lo que, si bien no puede considerarse que esta población sea una mayoría, tampoco puede considerarse como “excepciones”, o “anomalías”, por lo que el reconocer legalmente su condición como intersexuales es un derecho.